Echávarri, fiel a sí mismo

Alicante

Echávarri, en su declaración de ayer, anunciando que abandonaba su numantinismo, fue fiel a sí mismo, a cómo ha entendido que debía ejercer la alcaldía. No ha engañado a nadie. Todos le conocemos.

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Con sus formas, criticadas desde el primer día, puso unas condiciones para dejarlo que no son inaceptables para su partido. Y es que los socialistas -como dice Ximo Puig- tenían hasta ayer dos problemas políticos: Echávarri y conservar la alcaldía más importante que tienen en la Comunitat Valenciana.

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Evidentemente dolido -no se va por haber metido la mano en la caja- Echávarri ha terminado por entender que no le queda otra que echarse a un lado. Tres cuartos de lo mismo le sucede a su fiel escudero Lalo Díez, que ayer se permitió un último lujo, atacar con dureza a Guanyar y Compromís para saldar cuentas.

Ahora, a la nueva ejecutiva socialista -una vez que Echávarri también ha anunciado que es pasado en el partido- le tocará demostrar esa cintura necesaria para reedificar la mayoría de 15 votos que les permita conservar la alcaldía y cerrar un conflicto que no les viene nada bien para mantener sus expectativas electorales autonómicas.