Medio Ambiente mantiene sin solución los vertidos a la ría de Viveiro
Ana Miranda preguntará en la UE por el poyecto de saneamiento que contempla obras por valor de 3 millones
La Xunta firmó un convenio con el concello paraa una mejora integral de las infraestrucutras en septiembre de 2016
Viveiro
La situación de vertidos de aguas residuales a la ría de Viveiro sigue sin solución dos años después de que la conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato, anunciase obras por valor de tres millones de euros para la mejora integral del saneamiento.
Mato firmó en septiembre de 2016 un convenio con el ayuntamiento de Viveiro para acometer, entre otras cosas, la optimización de la actual depuradora, aumentando su capacidad. También estaba previsto un pozo de bombeo en Celeiro y la colocación de un nuevo emisario en Celeiro. En ese momento, la previsión era que las obras finalizasen en 2019-2020.
Dos años después, de la firma de ese convenio ninguna de estas obras está iniciada, ni siquiera licitada. El emisario de Celeiro sigue roto y vertiendo a la ría a unos metros del muelle en lugar de hacerlo mar adentro y la red de saneamiento sigue sin mejoras. La razón de que las obras no se hayan acometido, según la propia consellería, es que está a la espera de que Costas autorice la intervención.
Desde el BNG de Viveiro, reclamaron el pasado mes de febrero a la Xunta que ponga a andar las mejoras prometidas y convocó una concentración en la Plaza del Náufrago de Celeiro para demandar el saneamiento de la ría y este viernes la diputada europea, Ana Miranda, visitará la localidad para abordar reunirse con representantes de Porto de Celerio y de la Cofradía.
Entre los temas a tratar está precisamente el del saneamiento de la ría. Miranda anuncia que va a hacer un seguimiento de la situación en la que se encuentra la actuación pues esta está cofinanciada con los fondos FEDER Galicia 2014-2020.
En 2015 Greenpeace señaló la ría de Viveiro como un punto negro por la contaminación en su radiografía medioambiental de España y cinco años antes la UE había exigido el saneamiento de la ría por los vertidos.