La habilidad de saber iniciar y terminar una conversación

Alcobendas

A la hora de iniciarla, lo primero que debemos observar es si el interlocutor está dispuesto o no a conversar con nosotros. Esto lo podemos analizar a través de su lenguaje no verbal. Si existe una mirada cómplice o amistosa, una sonrisa, un gesto de cercanía… son pistas que nos pueden hacer ver que es buen momento para iniciar la conversación.

Si no prestamos atención a estas señales, posiblemente elegiremos un mal momento y el interlocutor acabará respondiendo con un monosílabo y pensando “¿acaso te he dado muestras para que hables conmigo?”.

Si a pesar de analizar las señales, vemos que la otra parte no tiene mucho interés en charlar con nosotros, deberemos abortar la misión. No hay nada peor que alguien que a toda costa trata de hablar contigo cuando tú no quieres. Acaba produciendo el efecto estampida en la “víctima”.

También es importante tener en cuenta mi objetivo acerca de lo que quiero con esa conversación, los intereses del interlocutor, la situación concreta, las reglas sociales que imperen en ella...

Tan importante como iniciar una conversación, es saber finalizarla. De nuevo, nada mejor que analizar los gestos de la otra parte (miradas al reloj, desconexión de lo que estamos diciendo, señales de incomodidad…). No podemos pasarlo por alto.

Si es nuestro interlocutor el que no ve el momento de acabar la conversación, debemos ser nosotros los que lo provoquemos, de lo contrario, perdemos la libertad de hacer lo que realmente queremos o necesitamos en ese momento.

Lo hablamos con la experta en Comunicación Personal, Marina Estacio, que además es fundadora de la revista digital Pruébate Magazine, y responsable del proyecto “Momentos”.