“Maneras de vivir”
Dos maneras distintas de vivir, el de aquel que por un corte en el dedo piensan que va a morir desangrado o la del púgil encajador que por mucho que lo tumben en la lona, se vuelve a levantar
FIRMA ELOY SOLER "MANERAS DE VIVIR"
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Algeciras
MANERAS DE VIVIR
Leí no hace mucho, que algo más de 600.000 japoneses llevan más de un año sin salir de sus habitaciones. Algunos incluso hasta siete años, y la cifra sigue aumentando, éstos son los llamados “Hikikomori”, los japoneses aislados de la sociedad.
Son jóvenes que han escogido abandonar la vida social, este grupo puede incluir individuos que sufren de fobia social, trastorno de personalidad por evitación o timidez extrema.
Y es que frente a un problema podemos tomar dos caminos totalmente opuestos, o bien salir como alma que lleva el diablo o por el contrario afrontar el mismo.
No es de extrañar que ante una sociedad donde los malos no sólo aparecen en las películas, alguien quiera vivir aislado de ésta en un mundo creado por el mismo dentro de la seguridad de las cuatro paredes de su habitación.
Quizás aquellos que se encierran para huir de los monstruos que se cobijan en el anonimato que les ofrece el vulgo, no sepan que uno de esos monstruos duerma en el cuarto de al lado.
Por mucho que se intente vivir dentro de una burbuja para eludir cualquier daño, está llegará el momento en el que explote dejando a su iluso inquilino expuesto a un mundo no exento de dificultades.
En las antípodas de estos “Hikikomori”, están los que ante cualquier contrariedad que se les presente en sus vidas, optan por plantarle cara y tirar hacia delante.
Cómo dejar de admirar a aquellos que acaban de salir de su tratamiento de quimioterapia, destrozados por un veneno que recorre sus venas, quienes bromean y quitan importancia a su sufrimiento con la intención de que los suyos no lo pasen mal.
O esos abuelos con exiguas pensiones con las que no sólo hacen frente a sus necesidades sino también a las de sus hijos y nietos.
Personas que no ven ante si un muro infranqueable, sino un reto el cual tienen que superar.
En definitiva son dos maneras distintas de vivir, el de aquel que por un corte en el dedo piensan que va a morir desangrado, en contra posición a la del púgil encajador que por mucho que lo tumben en la lona, se vuelve a levantar y planta cara a su oponente.
Sólo queda que ustedes piensen y manifiesten cuál de estas dos formas de entender la vida quieren para si mismos.
Un saludo, me despido, y antes que acabe la cuenta atrás me levanto para seguir luchando!!!