Ingresado en planta el vigilante herido
El Hospital de Basurto ha decidido su ingreso "para control y tratamiento aunque es probable el alta en los próximos días", según señala el parte médico de esta mañana
Bilbao
Según el último parte médico del vigilante de seguridad que aún permanece en el Hospital de Basurto y que ingresó por herida por objeto punzante en lado izquierdo. de cuello, asegura que "tras permanecer en observación se ha decidido su ingreso en planta para control y tratamiento aunque es probable el alta en los próximos días".
El vigilante de seguridad , vecino de Burgos y de 57 años de edad, sufrió una herida en el cuello, producida por un objeto punzante, y en un primer momento recibió asistencia sanitaria en el mismo estadio aunque posteriormente fue trasladado al hospital. "Se le ha suturado la herida y está estable y pendiente de realizar otras pruebas", indicaba el primer parte del centro sanitario, en el que también se ha atendido a otro vigilante, vecino de Barkaldo, que presentaba una herida inciso contusa en la mano". Su pronóstico es leve.
La Ertzaintza ha detenido a tres aficionados del Olympique de Marsella que han participado en las agresiones.
Navajas confiscadas
La Ertzaintza intervino a mediodía navajas y otros objetos a hinchas del Olympique de Marsella que se desplazaron este jueves en autobuses a Bilbao.
La Ertzantza había adoptado medidas especiales para este partido, considerado de alto riesgo, tras los incidentes que se produjeron el 22 de febrero en las inmediaciones del estadio de fútbol con el enfrentamiento de ultras del Athletic y del Spartak de Moscú.
Ataques con bengalas
Los aficionados del Marsella también utilizaron bengalas dentro del estadio para atacar a la afición local. Desde una de las gradas superiores, los hinchas dejaron caer bengalas encendidas. Los aficionados compartieron el comportamiento de los ultras en las redes sociales.
Ya iniciado el encuentro, mediada la primera parte, se produjo una pequeña carga de la Ertzaintza en esa zona visitante, acordonada completamente por agentes de seguridad privada, que ha reducido el espacio ocupado por los alrededor de 800 aficionados galos.