Elda estudia la influencia de la alergia alimentaria en la inflamación de esófago
La Unidad de Alergología del Hospital de Elda ha publicado un estudio sobre el asunto en una revista internacional
Elda
La Unidad de Alergologia del Hospital General Universitario de Elda ha estudiado la influencia de la alergia alimentaria en la inflamación de esófago y ha publicado sus resultados en un estudio en la revista 'The World Allergy Organization journal', junto con publicaciones remitidas desde algunas de las instituciones más prestigiosas del mundo como el Imperial College de Londres, así como otras universidades y hospitales de Europa y Estados Unidos.
En concreto, la Unidad de Alergología de Elda ha aplicado desde 2012 un protocolo de diagnóstico y seguimiento a los pacientes con esofagitis eosinofílica y se ha observado que la detección precoz y la indicación de dietas permiten llevar una vida normal a los pacientes y evitar la progresión del cuadro hacia la impactación del bolo alimenticio y las complicaciones derivadas de este hecho, ha informado la Generalitat en un comunicado.
De este modo y, con objeto de poder recomendar a los pacientes dietas que eviten la progresión de la enfermedad y la no dependencia de fármacos, se han realizado "estudios exhaustivos basados en pruebas de alergia en la piel, analíticas para la detección de alergia específica a alimentos y detección de marcadores en sangre".
En los resultados del estudio se ha observado que las dietas fueron eficaces en la mayoría de los pacientes en seguimiento, evitando complicaciones y adaptando de forma personalizada las dietas en cada caso.
Actualmente, se pretende progresar en el conocimiento de esta entidad y para ello se siguen dos líneas de investigación. En la primera se profundiza en el seguimiento de los pacientes con esofagitis eosinofílica con alergia alimentaria observando la influencia de unos y otros alérgenos alimentarios, de la estacionalidad de pólenes, la alergia respiratoria o las vacunas antialérgicas.
En una segunda línea se pretende llegar a tener la capacidad de poder identificar a los alérgenos que pueden influir de forma más decisiva en la evolución de la enfermedad con el objetivo de que los pacientes solo tengan que evitar en cada caso los alimentos responsables y no otros que no influyen realmente. El objetivo de estas dos líneas de investigación es conseguir la mejor calidad de vida para los pacientes.