"A veces piensas que es barato matar a un ciclista"

Zaragoza

El juicio contra el conductor ebrio que atropelló mortalmente a dos ciclistas en Botorrita en agosto de 2016 se celebra entre hoy y mañana. En la última década los accidentes de tráfico han dejado en Aragón 25 ciclistas fallecidos. A esto se le añade que casi el 68% de las condenas que se dictan en Aragón están relacionadas con la conducción bajo los efectos del alcohol y las drogas. En el caso de Botorrita, el conductor del vehículo puede enfrentarse a cuatro años de cárcel y el pago de una indemnización de 600.000 euros a las familias de las víctimas. Penas que, desde la Federación de Ciclistas de Aragón, no ven suficientes, como ha asegurado Ricardo Esteban, abogado de la federación, en La Rebotica de la Cadena SER Aragón.

"Hay veces que se queda el pensamiento de que es barato matar a un ciclista", reconoce Esteban. El principal inconveniente se encuentra en el código penal, ya que tras un accidente de estas características con un ciclista, "se tiene que castigar lo mismo al que de forma imprudente se sale de la carretera y fallece una persona que va dentro del coche y que no ha habido ninguna intención", explica el abogado, quien cree que "el código penal deberían separar una cuestión de otra".

Como ejemplo de que las penas tras estos accidentes son insuficientes, el abogado de la Federación de Ciclistas recuerda el suceso en el que el presidente del Club Ciclista Ebro fue atropellado mortalmente por un camionero, que había consumido cocaína. En aquel caso, el camionero fue condenado a dos años de prisión, que no cumplió por no tener antecedentes penales, y se le retiró el carnet de conducir durante un año. "Una persona que ha matado a un ciclista de forma imprudente se le retira el carnet lo mismo que a una persona que da positivo en un control de alcoholemia, la diferencia entre una cosa y otra es lo que se debería valorar", declara Esteban.

Tras este suceso se anunció una mayor presencia de controles en las carreteras y un aumento de las campañas de concienciación, sin embargo, Ricardo Esteban resalta que se produjo un efecto contrario. "En 2015 se despenalizaron las faltas por imprudencias, por lo tanto, una lesión o un accidente de tráfico, en el que no hay alcoholemia, en el que se atropella a un ciclista y se le causan lesiones, no tiene acceso a la vía penal", determina el abogado. 

Además, los ciclistas quedan más desamparado que los conductores, ya que "un conductor tiene su cobertura de defensa jurídica con su compañía, se reclama y no hay problema", asegura Esteban, "sin embargo un ciclista tiene que buscarse la vida, un abogado, un médico que le perite las lesiones, un perito mecánico que le perite los daños de la bicicleta, se le ponen más dificultades al ciclista", concluye.