Condenan al etarra Sergio Polo a 110 años de cárcel por el asesinato de Cortizo
La Audiencia Nacional le condena además a pagar casi un millón de euros en indemnizciones a su viuda y sus dos hijos
Madrid
La Audiencia Nacional ha condenado a 110 años de cárcel al etarra Sergio Polo, al considerar acreditado que fue quien en 1995 en León colocó una bomba lapa en el coche del comandante del Ejército Luciano Cortizo que, al estallar, le causó la muerte y heridas graves a su hija, de 18 años.
La Fiscalía pedía para él 122 años de prisión, pero la sección primera de lo Penal de la Audiencia Nacional le ha condenado a 12 años menos tras retirarle el delito de tenencia de explosivos al haber sido condenado por el mismo delito en otro procedimiento.
La sentencia le impone 30 años de prisión por el delito de asesinato terrorista contra miembro de las Fuerzas Armadas y otros 80 años por otros cuatro delitos frustrados (20 años por cada uno) de asesinato terrorista en grado de tentativa.
En su resolución, el tribunal le impone también el pago de una indemnización a la viuda de 300.000 euros y 160.000 euros a cada uno de sus dos hijos. A la hija del comandante, además, deberá indemnizarle con 92.100 euros por las lesiones sufridas y otros 250.000 euros por las secuelas del atentado.