Semana Santa en la provincia de Ávila

Ávila

Como cada año más de la mitad de los municipios de la provincia de Ávila se preparan para celebrar Semana Santa con actos sencillos, austeros y cargados de sentimiento. Son 143 los pueblos que celebran de forma regular la semana de pasión, especialmente el Jueves y el Viernes Santo.

Emilio Iglesias, expresidente de la Junta de Semana Santa de Ávila, ha investigado la historia de esta celebración en las diferentes parroquias y ha encontrado que entre 1960 y 1970 desaparecieron las procesiones en 77 municipios debido a la despoblación.

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La Cofradía de la Santa Vera Cruz ha sido la principal impulsora de las procesiones penitenciales ya que existió en 188 pueblos, según ha podido confirmar Emilio Iglesias tras investigar en los archivos. Solo en 28 pueblos no ha encontrado ninguna referencia a las celebraciones de Semana Santa.

Algunos municipios tienen tradiciones peculiares. Una de ellas consiste en cantar los llamados 'Romances de la Pasión'. Navaluenga es la localidad más conocida por esta tradición ya que cada Jueves Santo los cofrades se enfrentan en un pique que consiste en cantar los versos de forma alternativa sin cometer equivocaciones. Pero también se cantan los romances en Peñalba, Navaluenga, Villarejo del Valle o Papatrigo entre otros.

Los antiguos 'autos sacramentales' se están recuperando y ya hay ocho municipios que representan la pasión viviente.

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En Herreros de Suso en la noche de Jueves Santo, tras los oficios, los vecinos salen a la puerta de la iglesia, llenan sus bolsillos de piedras, se dirigen a la Cruz de Blascomillán y rodeándola arrojan las piedras, representando la escena de los judíos apedreando a Jesús.

En Bonilla de la Sierra tienen la 'Procesión de los negritos'. Tres personas vestidas de negro y con verdugón, a cincuenta pasos uno de otro, anuncian la muerte de Cristo durante varias horas.

Emilio Iglesias  dice que "hay mucha historia y tradición dentro de la Semana Santa rural que es digna de ver y que pocos realmente la conocen. por eso me gustaría invitar a la gente que no solamente vieran esas grandes manifestaciones religiosas que se hacen en las capitales de provincia o en los pueblos grandes y que también dejaran un ratito para ir a estos pueblos porque son culturas y tradiciones que se están manteniendo con mucho esfuerzo y merece la pena conocerlas".