Una exposición salda la deuda de San Sebastián con Chumy Chúmez
La muestra recoge 122 viñetas y se puede visitar hasta el 5 de mayo en el Centro Cultural Okendo
San Sebastián
Chumy Chúmez fue uno de los humoristas españoles más relevantes del pasado siglo, un donostiarra que quince años después de su muerte aún no había recibido el homenaje de su ciudad natal. Una exposición que se inaugura hoy en el centro Okendo llega para cubrir "este injustificable olvido".
La afirmación es de la historiadora del arte Montserrat Fornells, comisaria de una muestra que se podrá visitar hasta el 5 de mayo y que recoge 122 viñetas originales que José María González Castrillo publicó como Chumy Chúmez en revistas y en la prensa, además de algunos óleos y acuarelas suyos, y retratos de él realizados por amigos como el pintor Rafael Ruiz Balerdi.
Los dibujos han sido recopilados entre propietarios particulares y la mayoría son de 1974 en adelante, aunque todos mantienen su vigencia. "Podrían ser publicados hoy mismo", ha destacado Fornells.
"Señoras y caballeros, eso ya lo dijimos nosotros en la legislatura anterior" o "Dadme un punto de apoyo y levantaré el socialismo" son una prueba de ello.
La comisaria ha explicado que el humorista, que nació en 1927 y falleció el 10 de abril de 2003, había sido recordado con diferentes exposiciones póstumas, entre ellas varias en Madrid, una organizada por la Diputación de Álava el mismo año de su muerte y otra por el Aula de Cultura de la BBK en Bilbao en 2008.
San Sebastián lo hace ahora por iniciativa del centro cultural Okendo, donde el público podrá aproximarse a la obra de un dibujante que a los 20 años se trasladó a Madrid para trabajar en "La Codorniz" y que colaboró con periódicos como ABC, El Sol, Diario 16, El Diario Vasco.
En 1972 fundó el semanario "Hermano lobo", al que no pudo llamar "El huevo duro" como era su pretensión porque la censura no se lo permitió, y para el que contó con algunos de los mejores humoristas gráficos, amigos como Summers, Perich, Forges, Gila, Tip y Coll y El Roto, que entonces firmaba como Ops.
Dos ejemplares de esta revista y otro de "La Codorniz" se exponen también en Okendo, donde asimismo puede verse un vídeo del programa de TVE "Humoristas gráficos y dibujantes de historietas" dedicado a Chumy Chúmez.
El panel central de la sala lo ocupan tres cuadros al óleo, de sus hermanas y su madre, y paisajes en gouache y acuarela, así como los retratos que pintaron del humorista Ruiz Balerdi y Francisco Moreno Galván, y sendas fotografías de Alberto Schommer y Ouka Leele.
Su viñetas cuelgan de los muros agrupadas por temáticas: política, vascos, ecología, sociedad y, cómo no, muerte, muy presente en la trayectoria de este humorista "hipocondríaco absoluto", que dibujó cientos de tumbas, como una de la que sale un texto que dice "Esto no se va a quedar así, pienso recurrir al defensor del muerto".
La violencia machista también preocupó a Chumy Chúmez, lo atestiguan muchos de sus dibujos, al igual que el terrorismo de ETA. "Ya lo dijo Gustavo Adolfo Bécquer, después del día de Todos los Santos y de los atentados, qué solos se quedan los muertos", dice uno de ellos.
"Su compleja personalidad y su extraordinaria agudeza mental, capaz de combinar humor y el horror en sus espléndidas viñetas firmadas con el inconfundible sol en negro, hacen de la obra de José María González Castrillo un caleidoscopio de las inquietudes, contradicciones, filias y fobias del ser humano", ha subrayado Fornells.
Chumy Chúmez también se preguntó "¿Qué somos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos?" y respondió: "Pues somos espectadores que venimos de un canal y vamos a otro, a otro, y a otro".