Ruta de la tapa

Andújar

La 8ª Ruta de la Tapa, bajo el lema “yo ligo en Andújar” se ha desarrollado del 12 al 25 del pasado mes de febrero y ha pasado con más pena que gloria, o mejor dicho sin ruido. De seguir así estas rutas de la tapa van a menos. En esta edición han participado 26 bares con sus creaciones, unas más acertadas que otras, más creativas que otras, pero el problema es que ha habido poco tiempo para degustar sus correspondientes 26 tapas.

Precisamente ahora que se ha inscrito para que la Unesco la declare “patrimonio Cultural inmaterial de la Humanidad”, siguiendo las pautas como en el 2010 fue la Dieta Mediterránea, declarada y más recientemente la pizza italiana en el pasado 2017.

Se ha escrito mucho sobre el origen histórico de la tapa y hay versiones para todos los gustos. Se sabe que es una creación de finales del siglo XIX o principios del XX, pero que en la literatura, obras maestras como en el Lazarillo o el Buscón hay ya connotaciones, aportando su definición Alcalá Venceslada en su “Vocabulario Andaluz” al decir que es una “Pequeña porción de comida que en muchas tabernas andaluzas sirven con los vasos de vino”. Y pone como ejemplo la frase “Les puso unos chatos con sus tapas correspondientes”.

Está claro que todo lo concerniente a la gastronomía se hace identificativo de una zona o lugar, y esto le ocurre a la tapa que de ser patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad alcanzará nuevas cotas y Andújar por su gastronomía y tradición ocupará un importante lugar.