Patrimonio y naturaleza en Poyatos, el mirador de la Serranía
Enclavado en una ladera sobre el barranco del río Escabas, este pueblecito serrano está declarado Conjunto Histórico desde el año 2001
Fuente en la plaza de Poyatos. / Fernando Carreras (ecoexperience.es)
Cuenca
Fernando Carreras, nuestro guía de EcoExperience, nos propone esta semana en Hoy por Hoy Cuenca, en el espacio Nos vamos de excursión, conocer uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Cuenca: Poyatos.
Patrimonio y naturaleza en Poyatos, el mirador de la Serranía
10:00
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A Poyatos podemos llegar por dos caminos, ambos con paisajes espectaculares a lo largo de la ruta. En la primera opción salimos desde Cuenca para seguir por Chillarón, Villar del Domingo García y Albalate de las Nogueras hasta Cañamares y aquí entraremos por la zona de la playeta, siguiendo la carretera que se adentra en la Serranía, pasaremos por el impresionante Estrecho del Infierno (recomendamos la vista también al pueblo de Fuertescusa) para seguir después, aguas arriba, el curso del río escabas por la fuente de las Mujeres y el área recreativa que encontraremos a la derecha de la carreta, a escasos kilómetros de afrontar el último repecho hasta Poyatos.
Iglesia de Poyatos. / Fernando Carreras (EcoExperience.es)
Iglesia de Poyatos. / Fernando Carreras (EcoExperience.es)
La otra opción para llegar también sigue el curso del río Escabas, pero hacía abajo. Partiremos desde Las Majadas y seguir la carretera del Hosquillo en dirección a Lagunillos. Es una de las rutas más impresionantes de la Serranía. Al llegar al Monumento a la Madera, escultura de Gustavo Torner, la carretera se bifurca, hacia la derecha se adentra en los pinos hasta el Nacimiento del río Cuervo y hacia la izquierda sigue el curso del río Escabas hacia Poyatos.
Continuando por esta ruta tenemos, antes de la llegada al pueblo, el maravilloso puente Barbazoso, de origen medieval, que en los últimos meses ha sido rehabilitado por la Diputación de Cuenca. Desde aquí seguiríamos hacia Poyatos.
Puente Barbazoso. / Fernando Carreras (EcoExperience.es)
Puente Barbazoso. / Fernando Carreras (EcoExperience.es)
Por cualquiera de las dos carreteras iremos paralelos al río Escabas, río de gancheros que durante estos días de primavera muestra su mejor caudal de aguas frías y limpias, deleitándonos por las orillas de la ladera con zonas de ramblas y avenidas de regueros y arroyos.
Poyatos se encuentra a 1.240 metros de altitud, por lo que las vistas según subimos son impresionantes. Además del maravilloso paisaje natural, el pueblo se halla totalmente integrado en la montaña, lo que le convierte en uno de los municipios con más encanto de la Serranía.
Arco del Concejo. / Fernando Carreras (EcoExperience.es)
Arco del Concejo. / Fernando Carreras (EcoExperience.es)
Entre el entramado de sus calles destaca la plaza que encontramos pasado el Arco del Concejo (s. XV-XVI), la antigua entrada al pueblo. Y en la plaza, la iglesia de Santa María Magdalena de estilos gótico y renacentista. También veremos en este espacio urbano una bonita fuente, el edificio del ayuntamiento, con amplia balaustrada de madera, la muralla de la fragua y la forma de las casas alrededor que crean una plaza cuadrangular. Poyatos fue declarado Conjunto Histórico en el año 2001.
Ayuntamiento de Poyatos. / Fernando Carreras (EcoExperience.es)
Ayuntamiento de Poyatos. / Fernando Carreras (EcoExperience.es)
En las afueras, saliendo hacia Santa María del Val, veremos una fuente romana, en la que todavía se pueden ver los agujeros creados por las vasijas al apoyarse en la piedra durante tantos años. Esta fuente fue usada también como lavadero en el pueblo, por lo que veremos en la parte baja de la misma una zona más amplia con agua.
Fuente romana de Poyatos. / Fernando Carreras (EcoExperience.es)
Fuente romana de Poyatos. / Fernando Carreras (EcoExperience.es)
Lo que destaca sobre todo al dar un paseo por el pueblo es la tranquilidad y el silencio, demasiada en algunos casos para algunos debido a la despoblación de estas zonas rurales, pero que nos permitirá desconectar totalmente de los ruidos y del estrés de la gran ciudad y nos ayudará a valorar la calma y la importancia de nuestro tiempo.
