A tiempo de evitar errores

Comentario Evaristo: "a tiempo de evitar errores"
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Las Palmas de Gran Canaria
El Gabinete Literario, como organización cívico-ciudadana que es, está promoviendo la recuparecación del barranco de Guiniguada a la altura de Vegueta-Triana. Una iniciativa que a corto plazo persigue la eliminación de la barrera que supone la antigua carretera del centro, una vía que ahora es absolutamente innecesaria porque apenas se usa, fundamentalmente porque tenemos los túneles de San José para salir hacia el centro y posteriormente enganchar con la circuvalación de la capital.
El fin último de esta propuesta está en conseguir la fusión de las dos zonas, que en el pasado y quizás en el presente sea el mismo barrio, hablamos de Vegueta-Triana. Una operación urbanística relativamente sencilla que conseguiría entre otras cosas ganar en suelo de uso peatonal-ciudadano, para parques infantiles, espacio deportivo no competitivo, para bicicletas, para alguna terraza o lo que se considere. Vamos un pulmón más de los que adolece la ciudad baja. Una recuperación de la desembocadura del Guiniguada que no requeriría de grandes inversiones, pero que transformaría la zona, tanto para nosotros y de paso para mejorar nuestro atractivo turístico.
El Gabinete Literario, con buen criterio, ha instado al gobierno de Canarias a la cesión de la vía al ayuntamiento de la ciudad, hoy carretera de interés regional, por tanto competencia de la Comunidad Autónoma, y que en definitiva sea traspasada como vía secundaria y que pueda ser transformada o elimininada del todo.
Han sido muchos los gobiernos municipales de Las Palmas de Gran Canaria que han coincidido en esta peatonalización y recuperación de este espacio, pero quizás ninguno lo ha impulsado como cuestión prioritaria. Lo mismo pasa con el soterramiento de la Avenida Marítima, también para uso ciudadano y para la mejoría del tráfico, ahí también todos de acuerdo, pero poco impulso del ayuntamiento, también para uso ciudadano y la mejoría del tráfico. Un impulso de boquilla. Este es el momento para ello, se supone que el gobierno accederá a la cesión. No hay razones conocidas para lo contrario.
Las ciudades deben perseguir mayores espacios libres para el disfrute de la gente y no hacer justo lo contrario, que es lo que hoy lleva a pleno el concejal de urbanismo Javier Doreste, que es recortar el parque de las Rehoyas cuando se tienen otras soluciones para hacer las nuevas viviendas del barrio. Aprobar los cambios sería ir contra los tiempos y contra sus gentes, promover el cambio en el Guiniguada es justo lo contrario una necesidad.




