Cuando no se puede ganar... Un punto para aferrarse al sueño (1-1)
El Córdoba rescató un punto al final de un partido que se puso muy cuesta arriba. El Oviedo marcó y se limitó a perder todo el tiempo que pudo. Nuevo gol de Aythami
Córdoba
El Córdoba salvó un punto en su partido más flojo de la era Sandoval. Un empate que sabe a gloria porque lo cierto es que el choque se puso muy cuesta arriba con el gol visitante en la primera parte y el tipo de juego del Oviedo, con interrupciones continuas del juego, de una forma flagrante. Un reparto de puntos justo tras un partido muy poco vistoso y escaso de ocasiones claras. El Oviedo se mostró un equipo serio y por momentos a punto estuvo de llevarse el triunfo, aunque el empuje de los locales, ayudados por una grada hasta la bandera, hizo que el empate se quedara en el marcador con un tanto a cuatro minutos del final del canario Aythami.
El partido comenzó vivo, con los dos equipos queriendo el balón y tratando de llegar al área rival. Los blanquiverdes tuvieron profundidad pero escaso acierto, todo lo contrario que el Oviedo, que en su primera llegada seria se adelantó en el marcador por mediación de Fabbrini, quien se aprovechó de un rechace de la defensa local para batir a Kieszek.
Reyes estuvo a punto de empatar de falta directa, pero un fenomenal Herrero despejó a córner un balón que buscaba la escuadra. Fue el preludio a los mejores minutos del equipo de Sandoval, que acorraló hasta el final del primer tiempo al Oviedo en su campo, aunque sin crearle excesivo peligro, salvo en otro disparo alto de Alfaro poco antes del descanso.
No fue la mejor tarde del Córdoba por lo que el equipo de Anquela se limitó a defenderse lo más ordenadamente posible y no dejó muchas opciones a los blanquiverdes en ataque. Es más, a la contra, los carbayones metieron el miedo en el cuerpo a la parroquia local en más de una ocasión.
Sandoval tiró de cambios en busca de la remontada y el tramo final fue de asedio constante por parte de los locales, aunque sin crear peligro claro hasta que Aythami, de nuevo salvador para su equipo, cazó un balón suelto en el área para batir a Herrero. Un gol a cuatro minutos del final que convirtió el Arcángel en una caldera en el tramo final ante un Oviedo que dio por bueno el empate y que trató de perder el máximo tiempo posible con continuas interrupciones.
Al final, reparto de puntos justo para lo ofrecido por unos y otros. Un punto que le sirve al Córdoba para no perder y seguir agarrado al sueño de la permanencia. Cuando no se puede ganar, lo que no se debe es perder. Cinco jornadas sin conocer la derrota y a pensar en Soria.