Las leonesas que abrieron las puertas de la Universidad

León

A las mujeres a finales del Siglo XIX el Gobierno ni siquiera se molestaba en prohibirles el acceso a la Universidad. No se esperaba que a ninguna se le ocurriese ir. Ese vacío legal lo aprovecharon un grupo de pioneras que desfiando los patrones sociales de la época se lanzaron a las aulas. La mayoría, provenían de clases medias, de familias cultivadas y con padres funcionarios o artesanos "A las aristócratas no les interesaba la Universidad porque no querían trabajar", explica la catedrática de Historia Cotemporánea de la Universidad de Salamanca Josefina Cuesta.

Aquellas pioneras se matriculaban en carreras como Medicina o Farmacia ¿por qué? Porque eran las que se podían ejercer por cuenta propia. Otras, como Derecho, les ofrecían menos salidas ya que en aquella época las mujeres tenían vedado el acceso a oposiciones, funcionariado o cargos públicos. "Farmacéuticas y médicas podían tener el despacho en la planta baja y la vivienda en la superior". La mayoría de ellas permanecían solteras. Las que no lo hacían por la imposibilidad de conciliar su carrera profesional con su vida personal, lo hacían por vocación "Su espíritu de libertad hacía que no quisieran depender de un hombre"

En ese grupo de pioneras había una nutrida presencia leonesa "El papel de la Institución Libre de Enseñanza y la Fundación Sierra Pambley es un hecho diferencial de la provincia", dice Josefina Cuesta que recuerda como esas instituciones favorecieron el acceso de muchas jóvenes leonesas a la Universidad. La etnógrafa Concha Casada "vuestro buque insignia", la médica Nieves González, o farmacéutica omañesa Delia Hidalgo son algunas del medio centenar de pioneras leonesas que en las primeras décadas del siglo pasado inundaron las aulas universitarias.