Sobre el centro de salud de Pan y Guindas
El comentario de Juan Francisco Rojo

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Palencia
El consejero de Sanidad de la Junta de Castilla y León, el palentino Antonio María Sáez Aguado, tira de dato para concluir que el centro de salud de Pan y Guindas no es necesario. Poco más de 5.600 tarjetas sanitarias no justifican una infraestructura de este tipo que en la Comunidad suele tener una media de algo más de 17.000 usuarios. Es el mismo argumento que se utilizó en su día para negar la segunda ambulancia nocturna que luego se concedió gracias a la presión ciudadana. Para nuestros gestores, la sanidad sólo se compone de números.
Datos sobre usuarios, sobre lista de espera y sobre otros conceptos que terminan deshumanizando una gestión que debería ir más allá de las frías matemáticas. Pero es que además, los datos se manejan, se manipulan como cada uno quiere: y yo tengo la impresión de que la administración, no sólo la Junta, los cocina y maquilla para arrimar el ascua a su sardina. Los ciudadanos también tienen sus datos; o más bien hechos que podrían ser irrefutables. Si a las tarjetas sanitarias de Pan y Guindas sumamos las del sector 8 y una parte de algún barrio más, resulta que obtenemos el número que se precisa para construir el centro de salud.
El argumento del consejero ya no vale. Se derrumba como un castillo de naipes. Es más, lograríamos descongestionar el Centro de Salud de la Puebla que no da abasto, se lo aseguro. En un día de esta semana alguien a quien conozco estaba citado a las once de la mañana. Eran las once y media y todavía no habían entrado los citados a las diez y media. “Y lo que te rondaré morena”, me decía esa persona. Lo que se pide para Pan y Guindas no es una infraestructura con grandes especialidades. Estamos hablando de pediatra, médicos de familia y enfermeras. Pero es que hay algo más, consejero.
Y ese sí que es un dato que se puede confirmar en las hemerotecas y fonotecas: el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrara, al que tengo por serio, lo prometió. Y no ha cumplido. A mi juicio eso sí que es grave porque deteriora la ya de por sí mermada credibilidad del ejercicio de la política. El Alcalde ha puesto en duda la urgencia de esta reivindicación que data de 1997 y ha lamentado que no se hable del logro que supone la regeneración urbanística de los terrenos del barrio. Lo primero es discutible y lo segundo, es lo que tiene ser Alcalde; que uno no siempre escucha lo que le gustaría escuchar. Va en el sueldo.
Dicho eso, la regeneración y adquisición de la Alcoholera, es un logro del equipo de Polanco. Lo del centro de salud es una promesa incumplida de la Junta. Son los contrastes de la política que puede ser a la vez ilusionante y decepcionante.

Juan Francisco Rojo
(Palencia 1966) Comenzó su andadura periodística en Radio Palencia de la Cadena SER el 1 de octubre...




