Palentino

Palencia

La semana pasada hablaba de lo poco que suena el nombre de Palencia más allá de los limites de nuestra región y de cómo a pesar de los intentos que se hacen para corregirlo estos no llegan a cuajar.

Por otra parte son demasiadas las veces que cuando oímos hablar de Palencia en algún medio de comunicación suele ser para algo malo, por una desgracia, un accidente o en el mejor de los casos por el frío que hace. Pero a veces suena la flauta por casualidad, sin proponérselo y a veces suena hasta para bien.

Estas últimas semanas me ha llegado una misma noticia de distintas formas, a través de medios de comunicación, de amigos, de redes sociales..., y era la del cierre de un bar en un barrio de Madrid, por el fallecimiento de sus propietarios, que se llamaba "El Palentino". El nombre le habían puesto sus fundadores hace casi cien años que eran emigrantes procedentes de Paredes de Nava.

Tanta insistencia me despertó la curiosidad y me puse a leer sobre lo que me llegaba y confieso que me he quedado con la sensación de ser un bicho raro porque no tenía ni idea de la existencia del bar en cuestión ni de lo conocido que era en todo Madrid.

"El Palentino" estaba en el barrio de Malasaña, y era al parecer todo un icono de la capital. No tenía ningún secreto porque era un bar más bien pequeño, no era bonito, ni confortable y la decoración era de la época del "Cuéntame", pero a pesar de todo esto funcionaba de maravilla. Tripadvisor lo catalogaba como de “excelente” y de “ambiente mítico” por sus pepitos de ternera, porras y cubatas a precios imbatibles. Le habían hecho múltiples artículos que se publicaban en blogs de los que dicen que marcan tendencias y hasta una prestigiosa guía de turismo le concedió el galardón de "Mejor bar de Madrid".

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Es uno de esos ejemplos de negocio que a pesar de tener todo en contra se topan con el éxito, se convierten en eso que llaman lugares de culto sin pretenderlo y con su sencillez conquistan a partes iguales a gente corriente y a frikis.

Entre los clientes habituales de "El Palentino" estaban conocidísimos políticos, artistas, cantantes, escritores... y el director de cine Alex de la Iglesia, que lo definió como el BAR, con mayúsculas, mandó construir una réplica de este establecimiento para grabar su película "El Bar".

Como les decía antes, yo no tenía ni idea de la existencia de "El Palentino" y no deja ser irónico que el bar más madrileño y castizo tuviera un nombre tan nuestro.

Ahora que todos nos esforzamos por dar a conocer Palencia y crear eso que llaman "marca", me ha dado por pensar que quizá este bar de manera callada ha conseguido que en Madrid sepan cual es nuestro gentilicio correcto y no lo confundan con aquello de palencianoque todos hemos tenido oír en alguna ocasión.

Lástima que haya cerrado.