Ha vuelto a pasar

A Coruña

El mar de A Coruña es fuerte y bravo. Duro. Con alerta naranja es mortal. Lo sabe la memoria colectiva, lo saben las estadísticas. 12 muertos en 12 años. La tragedia del Orzán, con esos tres policías fallecidos cuando intentaban salvar al joven eslovaco Tomas Velicky, terminó de concienciar a quien se resistía a la evidencia. Aunque hay que avisar siempre, repetir, reiterar hasta la saciedad frente a la tentación de acercarse, frente a la fascinación que ejerce la fuerza de la naturaleza. Estamos pagando ese mar bravo de nuevo estos días de nuevo. Y hay que entender que, por mucho que se avise, una noche, cerca de una zona de diversión, con playas cerradas pero una parte de paseo abierto por su propio diseño, puede volver a pasar. Ha vuelto a pasarnos, lo peor es que estamos buscando desesperados a una joven de 22 años durante tres días ya sin esperanza. Hay que adoptar más medidas. Avisos, carteles, cintas también en esa parte del paseo abierta, presencia policial en noches duras. Y seguir repitiendo, reiterando hasta la extenuación. Porque el mar de A Coruña es fuerte y bravo. Duro. Y con alerta naranja es mortal.

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