Igualdad y emoción en el CEV disputado en el Circuito de Albacete
3.500 personas disfrutaron de las victorias de Izan Guevara y Álex Escrig en PreMoto3, Julio García en Moto4, David Alonso en 85GP, Javier Orellana en Superstock600 y Carmelo Morales en Superstock1000

Cadena ser

Albacete
Gran espectáculo deportivo el que se ha vivido todo el fin de semana en el Circuito de Albacete, pero especialmente el que nos brindaron en la jornada del domingo los pilotos del Campeonato de España Cetelem de Velocidad. A priori son siempre las categorías pequeñas las que deparan llegadas apretadas y luchas sin cuartel, pero esta vez, también en Superstock600 y 1000 tuvimos emoción hasta el final.
Todo ello sin lluvia, lo cual es de agradecer, aunque con una temperatura fresca, algo de viento y presencia en las gradas y terrazas del Circuito de unas 3.500 personas, un público que a buen seguro se olvidó del frío ante la intensidad de lo que sucedía en pista.
Si empezamos a desgranar lo sucedido, contaremos que las pequeñas Moto4 y 85GP abrieron la mañana dominical con el triunfo del malagueño Julio García en Moto4 y de David Alonso en 85. Como sería la cosa que hasta la última vuelta, siete pilotos tenían opción para la victoria y García (Jerez AM Talent) se impuso solo por 45 milésimas a David Muñoz(Cardoso School) y por 69 a Adrián Cruces (Monlau Repsol School).
A las doce del mediodía comenzaba la primera de PreMoto3, que el sábado tuvo que ser suspendida por la lluvia. En esta disciplina ocurrió otro tanto, aunque fue distinto. En cada una de las primeras vueltas el líder era distinto hasta que problemas mecánicos o caídas fueron desbancando a Iván Ortolá, Izan Guevara o Daniel Muñoz. De esta forma, Álex Escrig (Ángel Nieto Team) conseguía imponerse al noruego Ondreg Vostatek por 91 milésimas y a Marcos Ruda por 420.
En la segunda de las veces que estos jóvenes saltaron a pista, ya a las cuatro de la tarde, Izan Guevara (Cuna de Campeones), a quien se le había roto el puño del gas en la primera, se impuso a Álex Escrig y a Iván Ortolá. El balear sabía por los entrenamientos tenía algo más que sus rivales y logró sacarlo en las dos últimas vueltas.




