Un recorrido por la historia de los subcampeonatos del Valencia

Valencia

Puchades, Mundo, Claramunt, Arias, Fernando... La actual plantilla del Valencia tendrá las próximas siete jornadas la oportunidad de unir sus nombres a los de jugadores que pertenecen de forma eterna a la leyenda de Mestalla. Los cinco símbolos que encabezan el artículo consiguieron el subcampeonato de Liga en diferentes etapas del club. 

Tres de las seis veces en las que el Valencia se proclamó subcampeón en Primera fueron inmortalizadas en blanco y negro. Dos de ellas sucedieron de forma consecutiva a finales de la década de los cuarenta. La primera, en la temporada 1947/48. Con una plantilla dirigida por Luis Casas Pasarín, el rebelde del fútbol español, el equipo se quedó a tan solo tres puntos del Barcelona, campeón con 37. Eizaguirre bajo palos. Puchades desplegando físico en la parcela ancha y buena parte de la mítica delantera eléctrica (Epi, Amadeo, Mundo), además de Igoa -autor de 15 goles- formaban el pasillo de seguridad valencianista. 

Al año siguiente, aún más cerca del Barça. A dos puntos se quedó el Valencia de ser campeón. Jacinto Quincoces relevó a Pasarín en el banquillo. Dentro del terreno de juego, repetían emblemas como Eizaguirre o Puchades. Mundo y Seguí marcaron 35 goles entre ambos y con el paso de las jornadas comenzó a ganar protagonismo en el once el mítico -hablamos de una época en la que no eran habituales las sustituciones- Bernardino Pérez Elizarán 'Pasieguito'. La emoción se mantuvo hasta la penúltima jornada de Liga, en la que el equipo catalán se impuso (1-3) en Mestalla. 

En el tercer subcampeonato logrado por el murciélago ya era evidente la brecha generacional respecto al Valencia de la delantera eléctrica. Bajo palos destacaba la figura de Quique, el portero legendario que se subió al larguero de Chamartín tras el triunfo en la final de Copa (3-0) de 1954 contra el Barça. Puchades seguía siendo el buque insignia, Pasieguito había crecido en importancia y la sociedad Badenes-Fuertes se disparó hasta los 31 goles. Como ya ocurriera en 1949, la diferencia con el campéon -el Barcelona- volvió a ser de dos puntos. 

Hubo que esperar 19 años para que el Valencia concluyera otra temporada en segunda posición. En 1972, con la base del equipo que había sido campeón de Liga en abril del 71 -Abelardo, Sol, Claramunt, Valdez...-y con el irrepetible Alfredo Di Stefano de nuevo en el banquillo, el equipo de Mestalla sumaba 43 puntos, por los 45 del Real Madrid. El delantero sevillano Quino, firmado en verano procedente del Betis, fue máximo realizador del equipo con 13 goles. 

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Tras el paso por el infierno en 1986, la excelente gestión de Arturo Tuzón devolvió al club de forma rápida al lugar que, por historia e importancia, jamás debió perder: Europa. En la temporada 1989/90, se clasificó para competiciones europeas por la puerta grande, como subcampeón en Primera. Aquel Valencia de Ochotorena, Arias, Quique, Fernando y Lubo Penev estaba entrenado por el uruguayo Víctor Espárrago y acabó a 9 puntos del Real Madrid. La segunda posición se decidió en la última jornada de Liga. En Mestalla, el día que Javier Subirats colgaba las botas, goleada al Logroñés (4-0) con hat trick de Enric Cuxart. El triunfo valencianista unido a la derrota del Barça en Zaragoza (2-0) desató la fiesta del subcampeonato en Mestalla. 

No fue una fiesta precisamente la tarde en la que el club consiguió la segunda posición en Liga por última vez. Temporada 1995/96, la del puntaje más alto que ha conseguido el Valencia -83 puntos- en toda su historia en Primera (aunque, es importante matizarlo, era una Primera División con 22 equipos). En la jornada decisiva, el equipo de Mestalla -entrenado por el genio Luis Aragonés- necesitaba ganar en Vigo y que el Atlético de Madrid no hiciera lo propio en el Calderón ante el Albacete. No sucedió ninguna de las dos variables y el alirón tuvo que aplazarse seis años, hasta 2002. La temporada, sin embargo, fue inolvidable. Zubizarreta bajo palos, el gran rendimiento de defensas como Jorge Otero, la calidad en medio campo de Fernando, Mazinho, Arroyo y los goles de Mijatovic, Viola y Gálvez se ganaron un huequecito en la historia del club. Como ahora pueden hacer los jugadores que dirige Marcelino.