Balears alcanza la velocidad de crucero
Los megacruceros son la nueva marca balear

"La línea roja" de Matías Vallés (11/04/18)
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PALMA
La imagen de un monstruo con ocho mil seres humanos en su interior, que desembarcan semanalmente en el puerto de Palma desde este caballo de Troya, ha supuesto un baño de realidad.
El crucero gigantesco se llama ‘Symphony of Disease’ o ‘Sinfonía de la Enfermedad’. Me temo que los enfermos somos nosotros.
El portaviones afortunadamente sin cañones ofrece la imagen perfecta de un turismo descontrolado frente a unas islas limitadas.
Balears ha alcanzado la velocidad de crucero, estas ciudades flotantes distorsionan la geografía de los puertos donde atracan.
Ninguna de las islas fue diseñada para una invasión a esta escala.
La modesta cifra de manifestantes contra esta desmesura, apenas un centenar, demuestra la resignación popular.
Y que nada cambiaría si fueran ochenta mil viajeros en lugar de ocho mil. O tal vez ochocientos mil.
Los aeropuertos atraen flujos muy superiores, pero al menos se diluyen en las periferias de las ciudades.
Los megacruceros son la nueva marca balear.
Y las locuras no suelen acabar porque los locos se vuelvan conscientes de su situación, sino porque su comportamiento les lleva a un desenlace irreparable. Pónganse el chaleco salvavidas.




