‘Cespedosa’ muestra 40 años de memoria vital y artística de Castro Prieto
La sala Artegunea de Tabakalera acoge una exposición del Premio Nacional de Fotografía
San Sebastián
Cespedosa de Tormes es un pequeño pueblo de 500 habitantes, enclavado en la comarca de Guijuelo, en Salamanca, donde se guarda la memoria vital y artística de 40 años de trayectoria del fotógrafo Juan Manuel Castro Prieto, plasmada en más de 180 fotografías que se exhiben desde hoy en la sala Artegunea de Tabakalera.
Castro Prieto, acompañado por el comisario de la exposición, el fotógrafo Chema Conesa, ha presentado hoy en San Sebastián la exposición "Cespedosa", que ocupa las paredes de Artegunea, la sala que la Fundación Kutxa dedica a la fotografía en Tabakalera, hasta el próximo 1 de julio.
La idea de reunir en una muestra las imágenes tomadas por Castro Prieto en el pueblo en el que nacieron y vivieron sus padres antes de emigrar a Madrid, donde nació el fotógrafo, surgió tras recibir el Premio Nacional de Fotografía en 2015.
El premio conllevaba una exposición retrospectiva de la obra del artista, que "tenía claro que siempre, sin saber cómo ni por qué, había hecho fotos en su pueblo", explica Conesa, quien comprobó que "no había ninguna contradicción desde las primeras fotografías que hizo en su inicio hasta las fotos de 2016 que están en esta exposición".
"Vimos que ése era el trazo de unión de toda una posible puesta en escena de este trabajo, que al final resulta un compendio de toda una forma de mirar", añade el comisario.
Así "Cespedosa" atraviesa toda la obra del artista y muestra la evolución de su técnica y su mirada a lo largo de cuatro décadas, con imágenes que han formado parte de varios proyectos en distintas etapas de la trayectoria de Castro Prieto. Todas ellas tienen en común fotografías obtenidas en las casas, calles o paisajes del pequeño pueblo salmantino.
"Allí está en el eje de toda mi obra, el laboratorio de ideas, el campo de batalla donde yo investigo todas las ideas, todas las expresiones plásticas, el germen y origen de muchos de mis trabajos", explica el autor.
Aunque nació y reside en Madrid, Castro Prieto ha visitado siempre Cespedosa y sigue haciéndolo en la actualidad, tal y como puede observarse en la exposición.
"Todavía sigue siendo ese lugar el epicentro donde habita mi fotografía y en realidad mi alma", confiesa Castro Prieto, quien confirma que esta muestra constituye "el trabajo más personal, el más íntimo y probablemente el más importante de todos".
La muestra está dividida en seis apartados que contienen desde fotos de álbum familiar, entre ellas la primera fotografía que Castro Prieto tomó a su abuelo en 1977, hasta imágenes de sus últimos proyectos. Un viaje que incluye obras iniciáticas de paisajes y retratos hasta imágenes de carácter onírico en las que el autor expresa metafóricamente sus miedos, obsesiones e inquietudes.
Muchas de las copias expuestas formaron parte de proyectos concretos del fotógrafo, como "Extraños", "Equilibrio inestable", "Interiores", "Obsolescencia", "Caín" y "Pandora" y abarcan paisajes, bodegones y retratos.
"Cespedosa" constituye también un viaje a través de la evolución técnica del artista, con una primera etapa en blanco y negro y fotografías tomadas con Polaroid y con una cámara de formato medio, hasta el descubrimiento, gracias a un préstamo de Isabel Muñoz, de una antigua máquina de placas, con la que trabaja en escala de grises y también en color desde 1996.
Castro Prieto se vio seducido por la aparatosa cámara de placas debido a la posibilidad de jugar con los desenfoques de una manera más expresiva y por la calidad y gran sensación de volumen que obtiene en sus fotografías. "Parece que se pueden tocar", explica con entusiasmo.
"Es un tipo de cámara que le obliga a pensar mucho antes de disparar. No es la instantánea lo importante sino todo lo que hay de preparación, de sentido, antes de disparar una fotografía", detalla Chema Conesa.
La exposición, compuesta de fotografías de gran formato (50x50 y 100x100) está acompañada por textos literarios de autores como César Vallejo, Federico García Lorca, Miguel Delibes y Gabriel García Márquez y se completa con dos vídeos sobre el pueblo de Cespedosa y sobre la particular mirada de Juan Manuel Castro Prieto.