Solitaria oreja para Luis Bolívar en tarde que empezó y acabó pasada por agua
Buena actuación del sevillano Rafael Serna ante su primero y silencio para Joselito Adame en su lote
Sevilla
El diestro colombiano Luis Bolívar ha cortado la única oreja de la tarde en el festejo de Feria celebrado este jueves en la Real Maestranza. Una tarde con lluvia intensa en el primer toro y a partir del quinto, en la que también ha destacado el sevillano Rafael Serna en los naturales al primero de su lote, mientras que el mexicano Joselito Adame fue silenciado en sus dos toros.
- ficha del festejo
Bolívar pechó con un primer toro tan noble como vacío de bravura y no pasó de intentarlo en vano bajo el diluvio antes de despacharlo de pinchazo y estocada caída. En el cuarto, cambió la película entre otras cosas porque el de La Palmosilla, Destilado de nombre, sacó una clase enorme en la muleta. Antes, el colombiano lo lanceó con gusto a la verónica, Ismael Alcón le midió el castigo en varas y Carretero lo lidió de maravilla. Y después, Bolivar lo cuajó en varias series por ambos pitones. Una estocada un punto desprendida puso la oreja en sus manos.
El mexicano Joselito Adame lanceó bien de salida al segundo de la tarde, un toro que tuvo movilidad y duración y ante el que el diestro de Aguascalientes realizó una faena muy larga aunque falta de cierto reposo. Tan larga fue la faena que Adame escuchó un aviso antes de entrar a matar de pinchazo, estocada delantera y un descabello y al final, silencio para él y palmas para el toro. El quinto, un toro muy serio, se dejó por el pitón derecho en una serie engañosa porque enseguida sacó complicaciones por ambos lados. Además, la lluvia regresó en ese instante y el público se desentendió de la faena al tiempo que abría sus paraguas.
Tras la alternativa con percance incluido de la pasada Feria de San Miguel, Rafael Serna se reencontraba con la plaza de Sevilla. Su primer oponente tuvo poca fuerza, pero sacó clase en la siempre bien dispuesta muleta del sevillano, que brindó su faena al equipo médico de la Maestranza. Sobresalientes por templados los naturales arrastrando medio engaño por el albero antes de despachar a este toro de una estocada desprendida. El sexto, bajo un auténtico diluvio, manseó en el caballo y en banderillas, condición con la que se estrelló Serna que había brindado al público esperando el milagro de que el manso rompiera a embestir en su muleta. No ocurrió y un pinchazo y una estocada pusieron punto final a la desapacible tarde.