Las acusaciones mantienen que el exmarido la mató "a sangre fría"

Bilbao

La Fiscalía y el resto de acusaciones mantienen sus peticiones de entre 23 y 30 años de prisión para el exmarido de Leire Rodríguez por un delito de asesinato con alevosía, ya que consideran que "la mató a sangre fría", de manera "planeada y premeditada", y que la joven tuvo "nula" posibilidad de defenderse. Por su parte, la defensa también mantiene su petición de siete años de prisión y defiende que existe "duda más que razonable" de que los hechos se produjeran como relatan las acusaciones y, a su entender, se debe "apreciar que no concurre la circunstancia de alevosía y, por tanto, no se tendría que apreciar la existencia de un asesinato, sino de un homicidio".

La Fiscalía, la Abogacía del Estado, la acusación particular ejercida por la familia y la acción popular de la Asociación Clara Campoamor, así como la defensa han presentado este viernes sus conclusiones en la quinta sesión del juicio con jurado celebrado en la Audiencia de Bizkaia por la muerte de Leire Rodríguez en agosto de 2015 en el barrio de La Peña en Bilbao, en el que se juzga a su exmarido, J.M.P.

La sesión ha concluido con las palabras del acusado, que ha dicho "lo siento", y el próximo lunes se entregará al jurado el objeto del veredicto para que inicien su deliberación.

Las distintas acusaciones acusan al exmarido de la víctima de asesinato con alevosía, con agravantes de parentesto y género. Coinciden en considerar que las pruebas y testimonios que se han visto en el juicio esta semana ponen de manifiesto que, según ha indicado la fiscal, J.M.P. "desde un primer momento tenía la intención de matar" a Leire y, además, "lo había planeado y premeditadamente quería hacerlo de esa manera". De este modo, ha señalado que el acusado acudió el 7 de agosto de 2015 al domicilio de la víctima "con intención de matarla" y ha remarcado que la joven tuvo "nula" posibilidad de defenderse tanto en los golpes que sufrió en su casa como en el arrollamiento posterior. Asimismo, ha apuntado que Leire sufrió un "ataque súbito e inesperado" cuando abrió la puerta de su casa al acusado y que la golpeó, al menos, seis veces contra el escalón de la bañera. Según ha indicado, tampoco pudo defenderse cuando, "aturdida, inconsciente" por los golpes que había recibido, fue llevada en el maletero del coche, "aprovechándose de su situación de desvalimiento", hasta la carretera en la que la atropelló "de forma lenta y deliberada". A su entender, el acusado "ya tenía planificado" matar a la joven, como evidencia que hiciera a una persona "tres proposiciones", en una de las cuales "hablaba de matar a una tía". También ha señalado que "en ningún caso" hubo colaboración con la policía, a la que ofreció hasta cuatro declaraciones antes de intentar suicidarse "cuando se ve pillado".

Asimismo, ha destacado que en el crimen concurre, además de la agravante de parentesco, la agravante de género y, en este sentido, ha recordado que "las amigas coinciden en el control y dominación" que ejercía sobre la víctima el acusado, que incluso accedía a sus redes sociales. "No tengan duda de que mató Leire a sangre fría, de acuerdo a su personalidad fría y manipuladora", ha señalado a los miembros del jurado la fiscal, que pide una pena de 23 años de prisión y la privación de la patria potestad de los dos hijos de la pareja.

También la acusación particular ha incidido en que el acusado "mató a sangre fría" y planificó "de forma detallada y con mucho tiempo cada paso que iba a dar". En este sentido, ha considerado que el acusado pensaba "recuperar a Leire para asegurarse un estatus económico y social y, cuando vio claramente que no era posible, su opción fue eliminarla".

La abogada ha pedido al jurado que condenen al acusado "conforme al daño que ha causado de forma consciente, intencionada y totalmente egoísta", en "solidaridad con las víctimas, que no sólo fue Leire", sino también "quienes querían de verdad a Leire". En concreto, solicita 30 años de prisión, diez años de libertad vigilada y la prohibición de aproximación a los familiares de la víctima, así como de comunicación.

La letrada de la Asociación Clara Campoamor, que pide 25 años de prisión y diez años de libertad vigilada, ha considerado que no hay "ningún lugar a duda" de que los hechos constituyen un asesinato con alevosía y ha señalado que las declaraciones que ha manifestado el acusado "carecen de credibilidad" y su comportamiento "obedece a premeditación".

Según ha indicado, es "el típico caso de o es mía o no es de nadie", a lo que suma que, con la separación de la pareja, al acusado "se le acababa el chollo" porque tenía que "empezar a trabajar". También solicita 25 años de prisión la abogada del Estado, que ha asegurado que el acusado "sigue sin decir la verdad" y ha mantenido "mentira tras mentira".

Por su parte, la defensa plantea una petición de 7 años de prisión por un delito de homicidio con distintas circunstancias modificativas y ha señalado que "la justicia no puede ser vengativa ni ejemplarizante", sino "justa y adaptarse a los hechos concretos que se juzguen en cada momento". En sus conclusiones, ha asegurado que existe "duda más que razonable" de que los hechos se produjeran como relatan las acusaciones y, a su entender, se debe "apreciar que no concurre la circunstancia de alevosía y, por tanto, no se tendría que apreciar la existencia de un asesinato, sino de un homicidio". Según ha indicado, el acusado acudió a la casa de la víctima "porque previamente habían quedado en hablar" y entró "con el consentimiento de ella".