José Larios: "Con la Física no se puede negociar"
Su activismo medioambiental y político lo ha llevado a ser un experto en cambio climático, un fenómeno que puede provocar una subida de temperatura de entre 5 y 7 grados en Córdoba en 50 años
Entrevista José Larios (14/04/2018)
23:42
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Córdoba
José Larios ha dedicado su vida a la ecología, comenzando por la ciencia. Maestro de Matemáticas y Ciencias Naturales, ha sido y es activista en diferentes causas relacionadas principalmente con la ecología desde diferentes foros, partidos políticos, asociaciones o grupos de intereses comunes.
Su implicación con la causa medioambiental como lucha esencial le llevó a Los Verdes Andalucía, con los que fue concejal del Ayuntamiento de Córdoba entre 1995 y 1999. Y entre 2000 y 2001 fue Director General de Educación Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente de Andalucía. Su línea política le condujo a estar en la fundación de la formación verde Equo, de la que llegó a ser candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía (2015). Hoy por hoy, es presidente de su fundación.
Miembro del Consejo Andaluz de Medio Ambiente, ha impartido cursos y conferencias sobre sostenibilidad, energía, educación ambiental, y fue voluntario presentador de The Climate Project Spain, primer proyecto en habla no inglesa del Premio Nobel Al Gore, para difundir la problemática del Calentamiento Global. Y fue presidente del Instituto de Estudios Trasnacionales.
En 2013 escribió 'Calentamiento Global, al borde del límite', publicado por el Instituto de Estudios Transnacionales, organismo que presidió hasta 2014. Cinco años después de su libro, ¿Las cosas han cambiado?
Han cambiado todas para mal. Justamente me estaba replanteando si volver a reeditar pero tampoco le gusta a uno dar malas noticias y el asunto es que desde entonces han ido a más. Yo recuerdo que cuando terminamos 2008 en el encuentro de analistas del Instituto de Estudios Transnacionales planteé que teníamos dos legislaturas para poder cambiar el curso de las cosas. Durante todo este tiempo hemos ido por el mal camino, hemos estado cabalgando sobre los escenarios de emisiones de dióxido de carbono más altos justamente después de un estancamiento en el año 2015 y 2016. La concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera no ha dejado de subir en todo este tiempo a un ritmo aproximadamente de 3 partes por millón en el caso del dióxido de carbono, lo que es una auténtica barbaridad. Nos encontramos en estos momentos con una atmósfera en la cual nunca ha vivido el ser humano por encima de las 400 partes por millón de dióxido de carbono en la atmósfera y que nos lleva el Plioceno, a periodos que estarían entre entre 3 y 10 millones de años en la historia de la Tierra, cuando su temperatura era de cerca de 3 grados más sobre la etapa preindustrial y el nivel del mar estaba unos cuantos metros por encima del que tenemos actualmente.
Usted fue voluntario de un programa de Al Gore, que concienció al gran público sobre el cambio climático. ¿Terminamos de creérnoslo?
No. Estamos viendo que tanto en las costas andaluzas como las costas del Cantábrico el mar está entrando en sitios donde no entraba anteriormente y esto va a ser. Y con costes económicos importantes, porque una cuestión que no se suele tener en cuenta es lo que nos está costando ya el cambio climático, lo que nos está costando no hacer nada para parar este este cambio climático. Por ejemplo el año pasado se perdieron del orden de 1200 millones de euros, que se dice pronto, en Castilla y León en perdidas de cereales por falta de pluviosidad. Y por altas temperaturas en Córdoba, Asaja daba en el dato en 2014 de pérdida de 400 millones de euros en la aceituna también por estrés hídrico (agua y temperatura) y 22 millones de euros en jornales, solamente en Córdoba. Podríamos cuantificar lo que está costando reparar daños en nuestras costas para prepararlas de nuevo a la época del turismo.
En el Polo Norte, en determinadas zonas, este mes pasado hemos tenido temperatura 30 grados por encima de la media para esta época, se ha estado deshielando y es invierno polar. El viento del este que hemos tenido proviene de ahí.
La temperatura global del planeta ha subido un grado en los últimos cien años. Y las previsiones sobre el aumento de temperatura y sus consecuencias son oscuras. ¿Por qué los estados no se toman en serio las cumbres del clima?
Yo siempre he dicho que, lamentablemente, nuestros gobernantes dicen una cosa, escriben otra y cumplen otra, siempre en escala descendente y nunca tiene que ver con lo que demanda la ciencia. No entienden que con la Física no se puede negociar. Afrontar con seriedad el cambio climático significa embridar nuestro sistema económico actual, cambiar de nuestro modelo energético, nuestro modo de transporte, nuestro modelo de consumo. La mayoría de nuestros gobernantes no tienen la valentía suficiente como para afrontarlo.
Trump no ayuda mucho a afrontarlo
Trump ha tumbado una esperanza leve, pero esperanza, que se había abierto con los acuerdos de París, aunque fueran poco profundos. La temperatura media de la Tierra subiría 3'5 grados de aquí a final de siglo y uno de los puntos del acuerdo de París es la subida de la temperatura media 1,5 grados como máximo, que sería el límite entre un cambio climático peligroso y un cambio climático muy peligroso. Ahora estamos un grado centigrado por encima de la temperatura de la etapa preindustrial y ya estamos viendo lo que está ocurriendo: sequías, inundaciones, fenómenos climáticos extremos como olas de calor bestiales. En la misma zona donde hay sequía se dan inundaciones porque el ciclo del agua está dopado. Por cada grado de temperatura que sube la media, la Tierra aumenta un 7% la cantidad de vapor de agua que tenemos en las atmósfera y y si eso hace que inyectemos esteroides en el ciclo del agua y que esto esté totalmente descontrolado.
¿Cuáles son las previsiones para las próximas décadas si seguimos igual? Si continuamos con las emisiones de CO2 a la atmósfera, o el modelo de crecimiento actual.
Esperemos que no, porque van a poner en jaque nuestro modelo de civilización. No el planeta, que va a seguir aquí, sino nuestra civilización, el clima que van a tener nuestros hijos y nuestras hijas, nuestros nietos. Nosotros estamos viendo ya los efectos de este cambio climático. Acaba de salir un informe del instituto británico 'Met Office', uno de los centros más prestigiosos del mundo sobre el clima, que nos dice por primera vez en un pronóstico que de seguir así, el primer objetivo de la los acuerdos de París de superar 1,5 grados la temperatura media de la Tierra podría ocurrir podría ocurrir en los próximos cinco años. Hay un 10% de posibilidades. Si yo me subo en un avión y me dan esa estadística sobre el viaje no creo que cogiera el avión. No estamos hablando de los osos polares, que sí, o de los Inuit que también, estamos mirando a Andalucía, a nuestro modo de vida, ya que los avances sobre cambio climático nos dicen que vamos a tener cada vez menos agua por lluvia y además que el suelo perderá humedad y será grave para nuestra nuestra agricultura. En cuanto a las temperaturas, en Córdoba el pasado verano superamos los 47 grados en el aeropuerto.
¿Cómo será la Córdoba del futuro?
Las estadísticas, viejas, que infravaloran el cambio climático, nos dicen que para determinadas zonas de Córdoba la temperatura en verano será entre 5 y 7 grados de media superior para 2070, que está ya relativamente cerca. Subirán más las temperaturas nocturnas y eso es un problema porque en las llamadas "noches tropicales" el insomnio está servido. Y es una mala noticia para nuestra salud. El récord de días por encima de los 40 grados en Córdoba era de 22 días, lo que se registró en 2016. El año pasado fueron 33 días. La variación es muy alta en tan sólo un año.
¿Nuestro gobierno está actuando contra el cambio climático?
Ahora mismo no. En los presupuestos generales del Estado (PGE) que se han presentado se han bajado un 20% las inversiones para cambio climático. La Oficina de Cambio Climático ha perdido presupuesto. Se ha presentado un programa de transición energética, no el que quisiéramos pero con medidas más avanzadas. Sin embargo, la ministra Tejerina y el señor Nadal nos dicen que lo de ley de Cambio Climático "ya veremos". Además de propuestas tramposas por parte de las administraciones en cuanto a disminución de emisiones.
¿Y qué podemos hacer como ciudadanía?
Podemos adecuar nuestra vida, modificar nuestros estilos de vida y consumir productos de cercanía que además de crear riqueza local también disminuyen las emisiones de gases de efecto invernadero. No se puede estar comiendo naranjas que vengan de Latinoamérica o kiwis que vengan de Nueva Zelanda o tomates que vengan de Colombia. Eso es una barbaridad ambiental. Y pedir a nuestras autoridades un cambio profundo en la normativa que nos ayude también a cambiar nuestros estilos de vida. En Córdoba hemos hecho propuestas también interesantes como operadores energéticos municipales, producción de energía con fuentes renovables, hoy es más barato producir energía eléctrica con una placa fotovoltaica en el techo de tu casa que comprárselo a una empresa del oligopolio eléctrico. También entrar en cooperativas que estamos desarrollando de energías renovables, por ejemplo.
¿Recuerda cuándo habló por primera vez de El Cabril?
Uy, mitin público, 3 de junio de 1979.
Qué futuro tiene esta instalación, mientras el gobierno sigue sin concretar dónde irá el almacén de residuos de alta actividad.
Pues va a depender de lo que los cordobeses y cordobesas hagamos. Ya frenamos el cementerio de alta actividad aquí. Recuerdo que dimos entonces una rueda de prensa diciendo que estábamos en la última fase para un almacenamiento geológico profundo. Teníamos 3 puntos de la provincia y otro en Villanueva de la Serena y las movilizaciones lo frenaron.
No se ha instalado un ningún cementerio de residuos radiactivos en España salvo El Cabril. La razón única es que esto empezó de forma ilegal como también demostramos en 1961. Hasta 1992 se estuvo actuando ilegalmente almacenando en El Cabril residuos procedentes de centrales nucleares. Hay una sentencia firme del Supremo que lo ratifica, no es algo que que yo me saque de la manga. Ganamos en 1996, vinieron a darnos la razón 4 años después de que las nuevas instalaciones se aprobaran. Si no lo impedimos, El Cabril se multiplicará por 4 y vendrán todas las centrales nucleares del Estado español desmontadas. Quiero recordar que no es solamente un centro de almacenamiento, sino también de gestión y de tratamiento de residuos radiactivos. Se queman residuos, se compactan, se transforman residuos líquidos en residuos sólidos...Es algo más que un mero almacenamiento.
¿Qué herramientas planteáis para que esa ampliación no ocurra?
Estos temas siempre han sido bastante opacos y por ejemplo hace unos meses, rastreando los informes del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), encuentro que están trayendo al cementerio nuclear de El Cabril el mismo material que se utiliza como combustible para las centrales nucleares. Dióxido de uranio procedente de la fábrica de combustible nuclear que hay en nuestro país. Y son residuos de muy larga vida. También se modificó incluso la definición de residuos radiactivos cuando en 1992 nos dijeron que íbamos a a tener residuos que son peligrosos durante 300 años, que ya tiene su miga. Pero el Consejo Seguridad Nuclear ha modificado eso también y pueden venir y de hecho han venido residuos de muy larga vida que van a ser peligrosos para el ser humano y los ecosistemas durante cientos de miles de años. No nos queda otra que la voluntad ciudadana de oponerse a un modelo de energía de combustibles fósiles y basado en energía nuclear que es terriblemente inmoral. Ya hemos visto lo que ha ocurrido en Chernobyl, Vandellós o Fukushima...Lo ha demostrado Japón. Con 50 reactores nucleares, después del accidente de Fukushima se cerraron absolutamente todos. Y el país sigue viviendo. En 2024 termina el último permiso de una central nuclear aquí y no debería prolongarse en absoluto el permiso por el riesgo que supone tener centrales nucleares viejas y por seguir generando residuos radiactivos.
María José Martínez
Directora de Informativos de Radio Córdoba. Mi trabajo mira especialmente hacia la igualdad, la sociedad...