Los otros jabalíes

Palencia

Después de una buena temporada de tratar temas serios y de los que dan para reflexionar, esta semana me apetecía dedicar estos minutos a un asunto más ligero o por lo menos así me lo parecía a mí al principio.

Verán, siempre me han hecho gracia las personas que van por la calle absortas con su teléfono móvil y no ya hablando sino con los cascos en la orejas, con la cabeza inclinada hacia abajo, más bien encorvados y totalmente ensimismados. Seguro que todos hemos tenido que esquivar en alguna ocasión para evitar un tropiezo a alguno de estos peatones que desconectan del mundo por estar enganchados a su dispositivo y que no dejan de caminar mientras escuchan música, navegan por internet owhatsapean con algún amigo.

Cuando salgo por las mañanas de casa conduciendo mi coche tengo que atravesar por varios lugares en los que coincide que son zonas de paso y horarios de muchos estudiantes y casi sin darme cuenta, de un tiempo a esta parte, me he acostumbrado a ir con más precaución porque en bastantes ocasiones estos despistados cruzan la calle, los semáforos y hasta la carretera sin levantar la vista de su teléfono. A esas horas voy en el coche acompañado de mis hijos y hemos bautizado a estos zombis con el nombre de los “jabalíes” por aquello de que cuando menos te lo esperas se te puede cruzar uno, incluso una vez que detectamos la presencia de alguno de ellos hacemos apuestas sobre cual será su próximo movimiento.

Quizás yo tampoco pueda tirar la primera piedra ya que a veces también tengo ese comportamiento pero a menudo cuando les veo me pregunto porque lo hacen y si será tan importante estar pendiente del teléfono como para aislarse de lo que les rodea y ponerse en una situación de peligro. Aunque no puedo llegar a ninguna conclusión pienso que tienen una cierta adicción enfermiza.

Quizás nos pueda parecer un tema poco importante pero hay ciudades que han decidido tomar medidas ya que lo consideran un problema de seguridad vial. Así en algunos sitios han habilitado carriles específicos en ambas direcciones para gente que va caminando mirando al móvil. En otras han colocado luces leds con colores brillantes en el suelo junto a cruces y semáforos e incluso en una ciudad de Madrid han ideado una aplicación llamada Cebrapp que te avisa a través de bluetooth cuando te estás acercando al semáforo.

Más bien parecen medidas que están pensadas para invidentes y muchas de ellas rozan el esperpento pero no descarto que vayan en el programa electoral de algún partido político en las próximas elecciones municipales.

En cualquier caso triste paradoja que nos hace estar más pendiente de lo que ocurre a miles de kilómetros que de lo tenemos delante de nuestra narices.