Oreja para Fandi y vuelta para Padilla ante dos buenos toros de Fuente Ymbro
El sevillano Manuel Jesús 'El Cid' no tuvo un buen lote y se fue finalmente de vacío
Sevilla
Una oreja para El Fandi en el toro que cerró plaza y la vuelta al ruedo que dio Juan José Padilla en el primero de la tarde, dos buenos toros de Fuente Ymbro, fue el balance del festejo de Feria celebrado este Sábado de Farolillos en la Real Maestranza, donde el sevillano de Salteras Manuel Jesús 'El Cid' se llevó el lote menos propicio y se fue finalmente de vacío.
- ficha del festejo
El jerezano Padilla recibió al primero de la tarde con una larga cambiada de rodillas a portagayola y otra más al hilo de las tablas para después cuajarlo a la verónica en los medios. Ya entonces el toro, de nombre Hechizo, había mostrado calidad y temple en su embestida, virtudes que, aunque justito de brío, mantuvo en la muleta de Padilla quién brindó su faena al respetable tras protagonizar el tercio de banderillas. Hubo fuerte petición de oreja tras la rotunda estocada, aunque al caer trasera la espada el presidente no atendió la demanda del público. El cuarto tuvo cierta aspereza que Juan José quiso limar en los doblones iniciales de faena, aunque después el toro siempre amagó con rajarse. A este lo despachó de estocada atravesada.
El sevillano de Salteras Manuel Jesús 'El Cid' amarró a la verónica a su primer toro en los medios y fueron vibrantes las dos primeras series de muletazos por el pitón derecho, pero en el primer intento al natural el de Fuente Ymbro marcó mucho al torero y se vino irremediablemente abajo para que El Cid lo finiquitara de pinchazo y estocada contraria y atravesada. También tuvieron gusto las verónicas de recibo al quinto que brindó a Padilla. La pena es que este toro fue muy desclasado, con lo que Manuel abrevió con media estocada.
El granadino David Fandila 'El Fandi' pechó con un primer toro que lo puso complicado ya desde el remate de media verónica de rodillas en el recibo de capa, donde puso al torero en serios apuros. Indómito se llamó el de Fuente Ymbro y, en cierto modo, lo fue ya que siempre supo que se dejaba detrás de la muleta. Lo despachó Fandi de estocada desprendida. Por fortuna, se pudo desquitar con el sexto, Observador de nombre, otro buen toro que sacó una clase extraordinaria. Bajo una intensa lluvia, David brilló con el capote, rivalizó en quites con Padilla y calentó el cotarro con un vibrante tercio de banderillas para después mantener el tono con la muleta desde el comienzo en los medios de rodillas hasta la gran estocada final.