Aragón mantiene el nivel 2 de emergencia por la crecida del Ebro
En Pina de Ebro respiran más tranquilos, sin perder de vista las motas, que están muy mojadas después de varios días
Uno de los helicópteros de la Guardia Civil sobrevuela los términos municipales de Quinto de Ebro y Pina de Ebro, dentro del operativo desplegado por la crecida de este río / Guardia Civil
Pina de Ebro
Al menos hasta mañana, martes, se va a mantener el nivel 2 de emergencia por la crecida del Ebro. Así se ha decidido en una reunión el Centro de Coordinación Operativa. La punta de la crecida del Ebro ya ha pasado por Pina. Ha dejado de ser en forma de meseta y el caudal ha cogido más velocidad, por lo que los efectivos de seguridad siguen trabajando en estas motas, que tienen en vilo a vecinos pero descartan el riesgo para los cascos urbanos. El consejero de Presidencia, Vicente Guillén, ha agradecido el trabajo de todos los efectivos, voluntarios y vecinos ya que ya que, con esta prevención, las consecuencias no han sido tantas como esperaban.
Pina de Ebro vive este lunes uno de los momentos clave de esta avenida extraordinaria del río, aunque con la tranquilidad de haber previsto cualquier situación de emergencia. La localidad respira con el paso de caudales más importantes de esta crecida. En la última reunión, se ha demostrado que hay menos motivos para preocuparse que en las anteriores.
No obstante, las miradas se acercan a la mota norte. Marisa Fanlo, alcaldesa de Pina de Ebro, ha indicado que "la situación está bastante más tranquila y parece que está bajando el nivel; por lo menos, ya ha pasado lo peor pero tenemos que estar vigilantes, sobre todo, por las motas". Y es que "llevan muchos días mojadas, están sufriendo desgaste y tenemos que tener la precaución de que puedan romperse en algún momento durante estos próximos días".
En las calles, el blanco estático de las viviendas con el brillo de los charcos por la lluvia y el verde y el rojo de la UME, la Unidad Militar de Emergencias, con el amarillo fosforescente de todos los efectivos que se han trasladado desde la Ribera Alta, que están vigilando y trabajando a pie de anegación. Eso sí, no faltan los curiosos, incluso foráneos, como vecinos de Alfajarín.
Los seguros agrarios
El mensaje de calma ha predominado en toda la ribera de Aragón pero en pocas horas o días habrá que elaborar un balance agrícola, que se va conociendo por partes. Por ejemplo, en la cooperativa de San Gregorio, se vive esta crecida "con mucha preocupación", señala su gerente, Carlos García. Son 200 agricultores, de los que 170 son de Pina de Ebro. "Del cereal casi nos podemos ir despidiendo y de la alfalfa en función del tiempo que esté el agua encima".
Otro ejemplo, Miguel Ángel Laborda, vecino de Pina, que desde su tractor atiende a los medios, junto a su hermano de 83 años, y muleta en mano visita los campos que se le han ido anegando. En algún caso, ni siquiera el seguro los va a salvar. "He perdido 7 hectáreas de tierra preparada para sembrar de maíz, con el abono echado ya; y luego los daños en las infraestructuras". El trigo "lo tenía asegurado pero las tierras que están destinadas para maíz todavía no está hecho el seguro porque lo haces a partir de que tienes el maíz sembrado; ese va a ser el problema que vamos a tener".