La versión del acusado

Burgos

No han sorprendido hoy las palabras del marido de Benita Núñez acusado del asesinato de esta vecina de Aranda, después de haber escuchado ayer la postura de su abogado defensor. Ha seguido exactamente la misma línea de exculparse del crimen alegando defensa propia y de recalcar que vivía bajo el dominio de su mujer en la segunda sesión del juicio que se sigue contra él en la Audiencia Provincial, donde explicaba que la situación de tensión entre ambos se remonta varios años atrás, aunque había empeorado en los últimos tiempos.

El acusado también ha descrito a preguntas de la Fiscalía, los cuatro abogados de la acusación y su propio letrado defensor, una situación muy tensa en la que su mujer le mandaba hacer cosas y luego se las recriminaba y le "castigaba". Incluso ha relatado lo que ha descrito como brujería que utilizaba su mujer, afirmando que “cogía sal con agua y regaba la casa, ponía tijeras debajo de la cama, ponía otros dos cuchillos a los lados de la cama, ponía elefantes en la entrada, ponía fotos mías debajo de los tacones suyos… cosas de esas”

El acusado, no obstante, ha asegurado que, más allá de diferencias en el reparto de los bienes tras su divorcio semanas antes del crimen, ambos seguían manteniendo una relación de amistad. Según sus palabras fue por este motivo por lo que, al sentirse mal durante un concierto veraniego que se celebraba en Aranda, decidió acudir al que fuera domicilio conyugal, pese a que según sentencia judicial había sido concedido a su mujer. El encausado ha relatado que estaba tomando pastillas contra la ansiedad y tomó cerveza en el concierto, tras lo que comenzó a sentirse mal y optó por no coger el coche para volver a su casa. En su lugar decidió preguntar a su ex mujer si podía quedarse esa noche en su casa, algo a lo que asegura que accedió la víctima cuando llegó a la vivienda del mismo concierto casi tres horas después. Según su versión del incidente que se desencadenó a continuación y que acabó con la vida de Benita fue la mujer la que le agredió con un cuchillo de cocina y él se defendió con otro cuchillo. Tras un forcejeo de varios minutos, según su versión, él consiguió agarrar a su ex mujer por la espalda y el cuchillo que llevaba ella se cayó al suelo, momento en el que el hombre aprovechó para salir de la cocina y abrir la puerta a los policías.

Estos agentes policiales también han declarado hoy en la Audiencia Provincial, con testimonios que matizan, cuando menos, la versión del acusado

Los policías locales y nacionales que acudieron en primer lugar al domicilio donde se produjeron los hechos han coincidido en que el ex marido, que fue el que les abrió la puerta, estaba demasiado tranquilo. De hecho, los policías locales, que llegaron en primer lugar, han relatado que aporrearon la puerta durante varios minutos hasta que el hombre abrió y uno de ellos ha llegado a afirmar que "tanto el cadáver como los muebles de la cocina parecían colocados intencionadamente".