El adiós sangriento de ETA en Mallorca
Ocurrió hace una década, y fue seguido de una cadena de explosiones en restaurantes mallorquines

"La línea roja" de Matías Vallés (24/04/18)
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
PALMA
Usted no tiene ningunas ganas de que le hablen de ETA, y menos a estas horas.
Esta es precisamente la mejor noticia sobre ETA. No que la banda terrorista haya anunciado su desaparición, sino que ya había desaparecido del interés de los ciudadanos.
De hecho, el anuncio del pasado viernes tuvo menos cobertura de la que esperaban los terroristas.
Sin embargo, en Balears no queda más remedio que dedicar un comentario a la enésima desaparición de ETA, porque el último atentado mortífero planificado por la banda tuvo lugar en Mallorca y mató a dos guardias civiles.
Ocurrió hace una década, y fue seguido de una cadena de explosiones en restaurantes mallorquines.
A Rubalcaba le obsesionaba este atentado, porque nunca se descubrió a sus autores, porque se suponía que una isla impedía la acción de un comando y porque no encajaba en el comportamiento de ETA por aquellas fechas.
Es como si una facción se hubiera desenganchado de la matriz para asesinar en Mallorca.
Con notable entereza, la madre del guardia civil mallorquín fallecido dijo que ojalá fuera por muchos años la madre de la última persona asesinada con premeditación por ETA.
Así ha sido, y es una buena noticia que sin embargo recuerda a los centenares de hijos muertos antes.
ETA nunca da una buena noticia, pero ahora son menos malas.




