El Huerto del Cura, de celebración
Exposiciones, un busto conmemorativo y otras acciones conmemoran el 175 aniversario del nacimiento del capellán Castaño
Elche
En 2018 se conmemora el centenario del fallecimiento de José Castaño Sánchez, el capellán que da nombre al huerto que alberga la conocida Palmera Imperial en Elche, el Huerto del Cura. También se cumple el 175 aniversario del nacimiento de este personaje histórico para la ciudad de Elche.
Por estos motivos, el Jardín Huerto del Cura pretende celebrar este año estas efemérides con diversas actividades divulgativas y conmemorativas que han sido presentadas esta misma mañana.
Una exposición didáctica itinerante, un busto conmemorativo, una nueva política de gratuidades para acceder al jardín y platos culinarios inspirados en el capellán serán las actividades protagonistas de estas efemérides.
Estas acciones conmemorativas se prorrogarán hasta 2019, en la que la Palmera Imperial será aún más protagonista, pues en este año se cumplirán 125 años de su "bautizo": en 1894 la emperatriz Isabel de Baviera, Sissi, visitó el jardín y le sugirió al Capellán el nombre de Palmera Imperial.
El pasado Domingo de Ramos el jardín ya sacó en procesión una palma, elaborada por la familia Serrano Valero, con la colaboración de Juan Jaén Díez, que representaba la figura del capellán junto a la Palmera Imperial que le dio fama y que se ha convertido en seña de identidad de los ilicitanos.
La singularidad de aquel ramo era que la casulla que vestía la figura del capellán fue confeccionada con palmas verdes procedentes de la propia Palmera Imperial. De este modo en el año del centenario, tanto el cura Castaño como la Palmera Imperial, participaron juntos simbólicamente en este Domingo de Ramos.
Habrá degustaciones específicas y conmemorativas de platos relacionados con las efemérides como un postre en homenaje a Sissi, y es que la emperatriz Isabel de Baviera llegó a Elche buscando las granadas que había probado en Alicante y que le habían encantado. Cuando bajó del tren, la llevaron al Huerto del Capellán, donde además de ver y probar las granadas, también vio y bautizó a la Palmera Imperial.