15 años de déficit

Los pasos que se han dado en los últimos años han permitido al menos la apertura del Estadio Riomar, después de superar muchas dificultades, y dotar al Instituto Ataúlfo Argenta de un campo de hierba artificial, obras financiadas por el Gobierno de Cantabria.

El polideportivo Peru Zaballa, una de las infraestructuras más antiguas del municipio, acoge la mayoría de las actividades deportivas, una instalación que se salvó de la piqueta, después de que el Ministerio de Medio Ambiente declarase innecesarios para la protección y utilización del dominio público marítimo-terrestre los terrenos sobre los que se enclava.

Tres lustros de retraso en materia de instalaciones deportivas, que resulta prácticamente imposible corregir debido a la falta de partidas presupuestarias. El acondicionamiento del campo de fútbol de Mioño es la obra más ambiciosa del departamento que dirige Humberto Bilbao, una instalación que se encuentra en la actualidad en un deplorable estado. El presupuesto, 200.000 euros, permitirá sustituir el césped del terreno de juego.