¡Despertemos... consonantes!
La Firma de Eduardo Nieto
00:00
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1525968393_023849/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Palencia
Concluíamos la semana pasada. Palencia vive, pero atrapada en una atonía que apenas se rompe con destellos esporádicos que celebramos con efímera alegría.
Posiblemente es una responsabilidad con la que toda la ciudadanía tenemos que apechar. Es nuestro hábitat y exige reciprocidad.
Se celebra ahora el bicentenario del paso por la historia de un certero analista de la realidad evidente de la época, D. Carlos Marx. El historiador es un privilegiado que tiene poder porque conoce el pasado. Por eso conviene datar la historia tal como es. Dice el presidente de la CPOE (Confederación palentina de organizaciones empresariales) que “la tendencia es positiva (en Palencia)”. Acto seguido preguntamos en la calle a un obrero y a una joven. Sorprendidos, responden… "estamos al borde de la desesperanza”.¿De quién es la razón? De ambas partes. A unos, les va bien (CPOE), y a otros, no tan bien. El primero dice que vamos creciendo como provincia, sin aportar datos. Añade, la “calle Mayor (está) desolada…porque los palentinos deciden comprar en otras ciudades” (?) Ya tenemos un culpable a juicio de la CPOE. Y los otros dicen: “Qué coños vamos a comprar si llevo años en paro y cuando consigo un curro es temporal con un salario de mierda”.
He ahí dos perspectivas de la realidad, que, en su día, Marx describió crudamente. “Los productos del trabajo, decía, son robados mediante los mecanismos de la explotación” y son llevados a paraísos fiscales para que no se pierdan, constatamos. El otro dice, que el salario del obrero es justo porque lo determina el mercado, con lo cual difumina la dominación directa, escudándose en otras formas de dominio.
Y mientras, si son galgos o podencos, les dejan marchar a su aire a los gobernantes con enormes sumas en superávit, “el gobierno deja sin gastar la mitad del presupuesto para promoción cultural desde 2012” (eldiario.es 7/V/18). Y la diputación…también. Cosas “veredes”.
Y como siempre, ya nos preparamos con un año de antelación para el sagrado objetivo electoral, buscando, no un programa sobre el que asentar una candidatura, sino una candidatura para resolver su problema. Pues, no. Palencia necesita cuidar con celo lo existente, cultivar lo posible y programar la utopía con pasión. De lo contrario, seguiremos navegando contracorriente en las procelosas aguas de nuestra debacle. Porque los dominantes no están de paso. Han venido para quedarse, si pueden. Nos lo advirtió D. Carlos. Es el juego de los colectivos sociales, llamados clases.