Gayoso asegura que el Banco de España veía la fusión de las cajas gallegas como "la peor de las opciones"
KPMG alega que no recomendó si era conveniente o no la fusión, aunque a efectos contables veía mejor una absorción por Caixanova
El expresidente de la entidad resultante de la fusión de las cajas gallegas (Novacaixagalicia), Julio Fernández Gayoso, ha asegurado que el propio Banco de España pensaba "exactamente lo mismo" que él sobre la unión entre Caixanova y Caixa Galicia: "Era la peor de todas las opciones posibles". No obstante, ha señalado que en Galicia "no había más opción que la fusión intrarregional" y "no estaba permitido" que se fusionasen con entidades de otras comunidades.
Durante su comparecencia ante la comisión que investiga la crisis financiera, el rescate bancario y la quiebra de las cajas, Fernández Gayoso ha dicho que, aunque los órganos de gobierno de Caixanova, entidad que presidía, aprobaron dicha fusión, "unánimemente estaban alineados con esa postura de que una fusión de cajas de la misma comunidad era la peor de todas las opciones posibles".
"Esto es bastante fácil de comprender: cuando dos empresas ocupan el mismo territorio durante más de cien años, es imposible evitar que haya duplicidades", ha aseverado, explicando que esta solución, "la más traumática de todas", provocó una caída de créditos, depósitos y un daño a la obra social "de manera irreversible", además del coste laboral. "¿Esto cómo se ha solucionado? Mandando a casa a miles de empleados", ha lamentado.
Así, ha manifestado que "la solución era la que aplicaron el resto (de cajas)", esto es, "la unión de cajas de distintos territorios". "Es lo que ha hecho que estén vivas, a partir de fusiones interregionales. ¿Por qué no en Galicia? Porque no estaba permitido. No había más opción que la fusión intrarregional", ha dicho.
Preguntado por los grupos sobre la opinión al respecto sobre esta operación, Gayoso ha asegurado que el Banco de España pensaba "exactamente lo mismo". "¿Y el Banco de España qué pensaba? Pues lo mismo que acabo de explicar. Exactamente lo mismo", ha despachado.
PIDE AL CONGRESO "COMPRENSIÓN Y PERDÓN"
Antes de todo ello, Fernández Gayoso, que ya compareció ante el Congreso con motivo de la quiebra, se ha dirigido a la comisión con el fin de hacer constar su "autocrítica personal por errores y equivocaciones" para los que ha solicitado "comprensión y perdón". Así, ha optado por asignar "los aciertos, que sin duda ha habido", ha dicho, al "equipo de profesionales" con los que ha trabajado. "Las equivocaciones desearía asumirlas", ha dicho.
Entre las menciones de "autocrítica", Fernández Gayoso cree que debería "haber adoptado medidas muy duras" que, en todo caso, cree que no se realizaron a tiempo en el resto de entidades. Estas medidas irían dirigidas a cerrar oficinas que no eran rentables, a pesar de que ha reconocido el daño que hubiera supuesto, al dejar sin servicio a determinadas poblaciones.
"Con una política para blindar el futuro, había que empezar por ahí la poda. Hubiera sido terrible, habríamos dejado de ser una caja de ahorros de verdad", ha dicho, apostillando que también "había que endurecer la política de concesión del crédito" y paralizar una expansión que, a su juicio, las cajas tenían que haber iniciado "mucho antes más deprisa". "La banca nos dio un gran baño ahí y está viviendo de ello", ha dicho al respecto.
RECHAZA POLITIZACIÓN Y UN EXCESO DE CRÉDITO INMOBILIARIO
Sin embargo, durante su intervención ha realizado una defensa de su gestión, especialmente en lo concernido a la obra social y a la financiación del tejido productivo en Galicia, y ha rechazado tanto la politización de Caixanova como la afectación en exceso del crédito inmobiliario. Asimismo, ha dicho que el "uso" de las preferentes en esta entidad "fue limitadísimo".
También ha descartado responsabilidades en la venta de la entidad --"Yo no estaba en esa operación, no estaba en detalles para saber cómo se pactó", ha dicho-- y ha asegurado no haber percibido "ni un euro" de las indemnizaciones que fueron llevadas ante la Justicia y por las que llegó a ser condenado y entró en prisión. "Esa sentencia, por respecto a la Fiscalía y al Tribunal, lo que hay que hacer es acatarlas y respetarlas", ha dicho.
KPMG: "UNA ABSORCIÓN DEJABA UNA ENTIDAD MÁS SANEADA"
Antes de Fernández Gayoso ha comparecido ante la comisión Francesc Gibert, uno de los autores del informe encargado en diciembre de 2009 por la Xunta a la auditora KPMG, previo al proceso de fusión de las dos cajas gallegas. Gibert ha subrayado en sus explicaciones que este informe, fruto de un mes de trabajo, no constituía una auditoría ni tampoco una recomendación sobre si era conveniente o no realizar la fusión, sino que analizaba la situación de las entidades ante este escenario de fusión.
"Sí que es cierto que en un momento recomendamos la absorción de Caixa Galicia por Caixanova", ha apostillado, remarcando que esta operación se recomendaba "desde un punto de vista contable", ya que según la normativa contable que afectaba a las cajas era necesario, de cara a una integración, determinar qué entidad era la absorbida --y por tanto ponía sus activos y pasivos a valor de mercado-- y cuál era la absorbente --que podía reservar algunas partidas "a coste histórico"--.
En este sentido, ha argumentado que la absorción por parte de Caixanova "permitía absorber parte del impacto de la crisis con fondos propios de entrada y dejar una entidad más saneada a futuro, con una cuenta de resultados más limpios, con menos cargas". "Por eso, desde el punto de vista contable, recomendamos esa fusión contable, pero para nada estábamos recomendando una absorción desde el punto de vista de control económico", ha abundado, lamentando más adelante no recordar cuál de las dos entidades fue considerada finalmente absorbente "a efectos contables" en la integración.
Gibert ha señalado que el escenario reflejado en el informe preveía "una entidad solvente y rentable en el tiempo" en un horizonte de cinco años, una vez se ejecutara el cierre del 20% de su red de oficinas, la salida de 1.300 empleados y una petición de ayudas de entre 1.200 y 1.500 millones. Sin embargo, ha recalcado que estas perspectivas se realizaron cuando todas las previsiones consideraban que en 2009 "se había tocado el final de la crisis" y antes de un endurecimiento de los requisitos de capital por los sucesivos cambios normativos.