3-0. El Formentera desciende a Tercera División
Un segunda vuelta nefasta condena al equipo de la Pitiusa menor
Ibiza
El 29 de noviembre de 2.017 la SD Formentera escribía la página más brillante en los 47 años de historia del club. Un gol en el último suspiro de Álvaro Muñiz en San Mamés consumaba la hazaña de eliminar al Athletic de Bilbao en la Copa del Rey. 165 días después, jugadores, técnicos, directivos y aficionados vivieron en el campo del Peralada la cara más cruel del deporte: la decepción, la tristeza, por el descenso a Tercera División tras perder ante el conjunto catalán por tres goles a cero.
En ese intervalo de tiempo ocurrieron demasiadas cosas que dieron al traste con la estabilidad del club. Cuando aún se saboreaba el “milagro” copero, se había completado la primera vuelta de la temporada en Segunda B con una posición relativamente cómoda en la tabla y el Formentera era noticia en toda España, la parcela deportiva empezó a resquebrajarse. Liñán, el ancla del equipo, recibía una oferta “irrechazable” de la UD Ibiza. Poco días después se confirmaba su marcha. Fue como abrir la caja de Pandora. Álvaro, uno de los héroes de San Mamés, cargaba tintas públicamente contra su entrenador, Tito García Sanjuán y el club le enseñaba la puerta de salida. Pero su mensaje dejó la sensación de que había divorcio entre futbolistas y el entrenador.
García Sanjuán era el siguiente en salir, de forma inesperada, alegando que “lo mejor para el vestuario es que me vaya, porque no me siento con fuerzas”, Esa misma semana se hacía oficial su fichaje por el Toledo como director deportivo. Y a punto de cerrarse el mercado de fichajes de invierno, Riera, uno de los futbolistas más desequilibrantes en ataque, tomaba también las de Villadiego. En esas jornadas convulsas más de uno no jugó limpio, pero es evidente también que se hizo patente la falta de experiencia en la gestión desde los despachos.
Con los nuevos fichajes en el campo y en el banquillo se afrontó una segunda vuelta en la que los puntos llegaban con cuentagotas y con el paso de las jornadas el equipo fue cayendo a posiciones de descenso, aunque llegó al último partido con posibilidades de salvación. No pudo ser. El gran pecado del Formentera ha sido su falta de instinto asesino en el área contraria. En Segunda B las ocasiones de gol escasean y la diferencia entre estar arriba y abajo estriba en la eficacia goleadora. En el campo del Peralada se hizo patente esa carencia del club de la Pitiusa menor. Tuvo ocasiones, pero no supo aprovecharlas. Bonilla, nada más arrancar el encuentro tuvo un cabezazo a bocajarro. Bruno desperdició un par de buenas oportunidades. Garmendia tampoco supo definir y en cambio los locales sacaron petróleo de un autogol en el arranque de la segunda parte y de dos chispazos de Kevin Soni en los minutos finales con el Formentera volcado. Cuando se pierde siempre hay un recuerdo para los ausentes y es de justicia reconocer que los de la Pitiusa menor tenían bajas sensibles y además uno de sus puntales, Javi Rosa, tenía que abandonar el campo con una posible lesión de ligamento cruzado.
El Formentera jugará la próxima temporada en Tercera División. Ahora hilar fino en la planificación para volver a intentar el asalto a Segunda B.
Arsenal: “Lo hemos dado todo”
El entrenador del Formentera, Juan Arsenal, aseguró que su equipo “Ha sido valiente, pienso que las mejores ocasiones han sido nuestras, sabíamos que teníamos que ir a por el partido y si hubiésemos metido alguna de las oportunidades en el primer tiempo el partido seguramente se hubiera decantado de otra manera”. Reconoció que en la segunda parte tras el primer gol “todo ha sido más difícil, hemos tenido que volcarnos y sabíamos que con espacios son determinantes, hemos hecho el partido que debíamos, pero no hemos tenido eficacia cara al gol”.
Arsenal recalcó que el equipo “ha muerto de pie, el momento es difícil y ahora hay que valorar todo lo sucedido y de mirar para el futuro”.
Joan Tur
Redactor Radio Ibiza SER y jefe de SER Deportivos Ibiza. Desde la década de los 90 en la cadena. ...