"No podemos permitir que hombres violentos monopolicen el espacio festivo"

Pamplona

"Libres y sin miedo, también en fiestas". Ese lema, en castellano y euskera, relanza la campaña contra la violencia machista que viene caracterizando el calendario festivo estival en pueblos y ciudades navarras. La campaña relanzada ahora por el Gobierno Foral viene precedida este año por la sentencia contra la Manada, por unos hechos registrados en Pamplona, en plenos Sanfermines, hace dos años.

El asunto de la violencia machista en espacios festivos "es un problema público, no privado", afirmó la Consejera de Relaciones Ciudadanas e Institucionales, Ana Ollo, quien habló de un "mandato de la ciudadanía" para tratar de erradicar este tipo de comportamientos.

Ollo recordó algunas estadísticas sobre denuncias por violencia sexual: 307 denuncias registradas en el primer trimestre de ese año frente a las 323 del mismo periodo de tiempo del año pasado. En el periodo veraniego, entre junio y septiembre del año pasado, el número de denuncias fue de 52 el año pasado, frente a las 69 presentadas en 2017. La consejera afirmó que son "la punta del iceberg" de esa violencia machista y consideró que, tomando los datos del conjunto del año, la mayor parte de los casos tiene lugar "en el ámbito privado y familiar" aunque en el verano los casos registrados sí tengan más que ver con espacios públicos festivos.

En cuanto al recurso que el Gobierno de Navarra va a presentar sobre la sentencia de la Manada, Ollo avanzó que como acusación popular, el Ejecutivo ya tiene redactado dicho recurso cuyo plazo de presentación expira el próximo 18 de mayo. La argumentación está basada en "las contradicciones" detectadas, según Ollo, en la sentencia de la Sala. "Por un lado se prueban apreciaciones contundentes en torno al uso de la violencia o intimidación pero luego la realidad termina afirmando que no hubo violencia o intimidación. Creo que aquí está el debate", señaló la titular del Departamento. Ollo defendió la personación del Gobierno Foral en esta causa alegando que la legislación sobre violencia de género mandata que el Ejecutivo se persone en los casos de violencia grave y concluyó rechazando "que el acoso colectivo forme parte de una experiencia de ocio y eso quede impune": "Que hombres violentos monopolicen los espacios festivos no lo podemos permitir".

El pasado año 179 ayuntamientos navarros se sumaron a la campaña contra la violencia machista en las fiestas populares; esos municipios sumaron  el 90 % de la población de la Comunidad Foral.