Un equipo de estudiantes ourensanos en la final nacional del "Nobel del Agua"
Su proyecto propone un sistema ecológico para degradar las toallitas higiénicas.
Ourense
Dos equipos de estudiantes de los colegios Maristas Santa María (Ourense) y Plurilingüe Alborada (Vigo) han quedado finalistas en el certamen nacional del Stockholm Junior Water Prize (SJWP), considerado el ‘Premio Nobel del Agua’, gracias a sus innovadores proyectos que proponen un sistema ecológico para degradar las toallitas higiénicas y un invernadero con autorriego de agua de mar. SJWP es una competición internacional que premia la investigación juvenil en temas de agua y sostenibilidad y que en España impulsan Viaqua, Fundación Aquae y la Escuela del Agua.
En la Final Nacional de SJWP, que tendrá lugar en Madrid el 24 de mayo, ambos equipos deberán defender sus respectivos proyectos en una exposición oral de 20 minutos. De los tres equipos españoles finalistas, un jurado elegirá al ganador que, junto al resto de finalistas de otros 30 países, viajará en agosto a Estocolmo (Suecia), donde presentará y discutirá su proyecto con investigadores, políticos y medios de comunicación.
Para desarrollar su proyecto, los estudiantes, del colegio orensano Maristas Santa María, Miguel Aragón y Miguel Sequeiros se han basado en las recientes investigaciones de las universidades de Cantabria y Cambridge, que demuestran que el gusano de la miel, Galleria mellonella, puede degradar el polietileno de forma natural, mediante su ingesta. Estos jóvenes han dado un paso más, al demostrar que este gusano también es capaz de descomponer los compuestos derivados del polietileno, presentes en las toallitas higiénicas, sin generar productos contaminantes ni afectar al ciclo vital de este ser vivo.
Según explica Lydia Castro, tutora de este equipo, «este tipo de productos creados a partir de polietileno no supondrían mayor problema si hubiese una manera ecológica de degradarlos. Actualmente, la mejor alternativa es el reciclaje en plantas especializadas, pero lamentablemente muy pocos se reciclan, por lo que un altísimo porcentaje de plásticos acaba contaminando océanos y ríos».
Semanas después de haber finalizado su proyecto, este equipo descubrió que un grupo de investigadores acababa de mejorar una enzima de origen bacteriano, que ya se sabía que podía desintegrar el polietileno. «Este descubrimiento nos ha animado todavía más para continuar trabajando en esta línea, ya que constata que estamos en el buen camino», señala Castro.
Las toallitas higiénicas no son biodegradables (su porcentaje de desintegración en agua no llega al 40% en un periodo de dos días, frente al 95% del papel higiénico, compuesto en su mayoría por celulosa, que se deshace en media hora). Esta difícil degradación ocasiona pérdidas millonarias (1.000 millones de euros anuales en la Unión Europea) por los taponamientos de las tuberías, llegando a inhabilitar temporalmente algunas depuradoras de agua y creando un grave problema de salud en muchas ciudades. Precisamente, el pasado 9 de mayo el Senado instó al Gobierno español a adoptar medidas para prevenir y evitar estos efectos.
SJWP: 10.000 proyectos de 30 países
Un jurado de expertos internacionales entrevistará a los finalistas de cada país y decidirá el proyecto ganador en la Final Internacional del Stockholm Junior Water Prize, del 26 al 31 de agosto, coincidiendo con la Semana Mundial del Agua. El ganador recibe 15.000 dólares, un diploma y una escultura de cristal azul de manos de la princesa Victoria de Suecia, patrona de este galardón.
La edición mundial del Stockholm Junior Water Prize, en la que cada año se reciben más de 10.000 proyectos procedentes de 30 países, está organizada por el Instituto Internacional del Agua de Estocolmo (SIWI), cuyo objetivo es fomentar el interés de los jóvenes y promover su creatividad en torno al agua y el medio ambiente. Por su parte, la edición española de esta competición está patrocinada por Viaqua y su fundación, Fundación Aquae, y organizada por la Escuela del Agua.
El objetivo de SJWP es premiar grandes ideas que ayuden a mejorar la calidad de vida de las personas mediante la mejora de la calidad del agua, la gestión de los recursos hídricos, la protección de este recurso o el tratamiento del agua, ya sea potable o residual. En esta competición pueden participar alumnos y alumnas de entre 16 y 21 años que cursen Secundaria, Bachillerato o Formación Profesional en un centro educativo de España.
El Stockholm Junior Water Prize se creó en 1997 para impulsar la investigación en torno a los retos del agua y la sostenibilidad entre los jóvenes. Actualmente, es el premio juvenil con proyectos sobre el agua más prestigioso del mundo.