Abejas descarriadas

Aranda de Duero

La llegada de la primavera ha incrementado las salidas de los bomberos de Aranda para evitar que la presencia de enjambres de abejas en viviendas o en lugares muy transitados por la población pueda provocar situaciones peligrosas. En la presente temporada han intervenido ya en hasta tres episodios de estas características, dos de ellas en las últimas 24 horas.

Profesionales del cuerpo de seguridad arandino acudieron a una vivienda en la Aguilera, alertados por la presencia de un enjambre de abejas que había buscado acomodo en el interior de una chimenea. Los bomberos consiguieron que los insectos salieran de su refugio provocando humo en el interior del conducto. Su misión no finalizó con el desalojo de las abejas, que, en la medida de lo posible, fueron recogidas en una caja de cartón para trasladarlas a un lugar más adecuado, para lo que normalmente se cuenta con apicultores de la zona. Y es que estas intervenciones de los bomberos también tienen en cuenta el cuidado del medio natural, dada la importancia de proteger la supervivencia de unos insectos cuya población está mermando sensiblemente. De hecho los profesionales del cuerpo de bomberos de Aranda han notado como los enjambres de esta temporada son menos abundantes que en las anteriores, quedándose en lo que se denominan “jabardos”.

En el mismo día se llevó a cabo una intervención similar con otro enjambre que había encontrado su lugar para asentarse en un ciprés de uno de los parques cercanos al Centro de Salud Sur de la villa arandina.

Pero no son las únicas intervenciones de los bomberos en estas jornadas primaverales relacionadas con la fauna de la zona. Este pasado fin de semana estos profesionales rescataban un cervatillo que había caído al canal de Guma y no encontraba la forma de salir. Una vez fuera del cauce y al comprobar que la cría tenía más susto que daños, fue dejada en libertad.

La llegada de la primavera ha incrementado las salidas de los bomberos de Aranda para evitar que la presencia de enjambres de abejas en viviendas o en lugares muy transitados por la población pueda provocar situaciones peligrosas. En la presente temporada han intervenido ya en hasta tres episodios de estas características, dos de ellas en las últimas 24 horas.

Profesionales del cuerpo de seguridad arandino acudieron a una vivienda en la Aguilera, alertados por la presencia de un enjambre de abejas que había buscado acomodo en el interior de una chimenea. Los bomberos consiguieron que los insectos salieran de su refugio provocando humo en el interior del conducto. Su misión no finalizó con el desalojo de las abejas, que, en la medida de lo posible, fueron recogidas en una caja de cartón para trasladarlas a un lugar más adecuado, para lo que normalmente se cuenta con apicultores de la zona. Y es que estas intervenciones de los bomberos también tienen en cuenta el cuidado del medio natural, dada la importancia de proteger la supervivencia de unos insectos cuya población está mermando sensiblemente. De hecho los profesionales del cuerpo de bomberos de Aranda han notado como los enjambres de esta temporada son menos abundantes que en las anteriores, quedándose en lo que se denominan “jabardos”.

En el mismo día se llevó a cabo una intervención similar con otro enjambre que había encontrado su lugar para asentarse en un ciprés de uno de los parques cercanos al Centro de Salud Sur de la villa arandina.

Pero no son las únicas intervenciones de los bomberos en estas jornadas primaverales relacionadas con la fauna de la zona. Este pasado fin de semana estos profesionales rescataban un cervatillo que había caído al canal de Guma y no encontraba la forma de salir. Una vez fuera del cauce y al comprobar que la cría tenía más susto que daños, fue dejada en libertad.