“Queremos seguir siendo un barrio”
Los vecinos de un edificio de Lavapiés están en riesgo de desahucio, ya que la empresa propietaria del inmueble “tiene la intención de expulsarles y subir el alquiler de sus viviendas hasta un 300%”
Madrid
Los vecinos de la calle Argumosa, número 11, de Madrid han salido a la calle para denunciar la situación de indefensión en la que se encuentran, ya que la inmobiliaria pretende, según aseguran los residentes, expulsar a los inquilinos de sus viviendas y subir el alquiler hasta un 300 por ciento. Por el momento, algunos propietarios ya han recibido un burofax de la inmobiliaria anunciando la finalización (y no renovación) de su contrato o la subida en el precio del alquiler.
Los balcones ya no lucen ropa tendida, solamente pancartas donde se puede leer "No nos vamos" o "Vecina, despierta. Especulan en tu puerta", proclamas que pretenden llamar la atención sobre el proceso de turistificación en el que se encuentra la zona.
El portavoz de la Asociación Vecinal, Manuel Osuna, ha tildado de "inadmisible" que cuando finalicen los contratos de arrendamiento las empresas propietarias "suban el alquiler hasta un 300 por ciento con el único fin de expulsar a vecinos que tienen rentas modestas, aunque lleven viviendo en el barrio 30 años". Desde hace meses la asociación ha mostrado, según Osuna, "el proceso de expulsión de los vecinos", ante la subida de los precios de la vivienda, un hecho motivado en buena medida por la progresiva turistificación del centro de las ciudades.
“Este barrio ya no es para pobres”
Teresa Sarmiento es una de las vecinas del inmueble, que a sus 68 años denuncia este proceso para sacarla de la que ha sido su casa durante más de 20 años, “nuestro futuro es incierto, los alquileres han subido y hasta la inmobiliaria nos dijo que este barrio ya no es para pobres, es para ricos”. Teresa cobra una pensión no contributiva, que no llega a 400 euros, y con la que consigue pagar los 320 euros de su alquiler, que ahora pasaran a ser 350. Sabe perfectamente que si la echan de su actual hogar será “imposible encontrar otra vivienda en alquiler”. También critica la propuesta que la inmobiliaria les hizo llegar en noviembre del año pasado “nos daban 2.000 euros si dejábamos nuestras casas en menos de un mes”.