De Alcoa a Rivera y de Rivera al chalet de Iglesias y Montero
El comentario de Consuelo Bautista (21/05/2018)
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A Coruña
Hoy comienza la subasta de electricidad clave para el futuro de Alcoa y sus cientos de puestos de trabajo, por ejemplo en A Coruña. Un sistema que sigue beneficiando a las compañías eléctricas, controladas en parte por el sector financiero, y que perjudica de forma severa a la industria. Un sector clave para un desarrollo económico real que se sitúa en España en desventaja respecto a otros países europeos, a consecuencia de los altos precios de la energía. La vida es un juego de equilibrios y ni siquiera los intereses empresariales son los mismos, menos aún los de trabajadores y empresarios, jóvenes y viejos, ricos y pobres. Por eso son especialmente preocupantes discursos como el de Albert Rivera este fin de semana que parecía definir España en una unidad de destino en lo universal, ¿a qué suena?, haciendo tabla rasa entre todos. La tabla rasa siempre beneficia al más fuerte, al más poderoso. Ha sido un fin de semana convulso, pendiente también de las reacciones a la compra del impresionante chalet de Pablo Iglesias e Irene Montero que pueden hacer lo que consideren con su dinero, por supuesto, pero tienen un mandato fundamental para dirigentes que pretenden luchar contra los poderosos y defender a los humildes. Sin necesidad de llegar a lo que predicaban cuando eran el azote de casi todo, inviable e innecesario, el mandato de la coherencia, es fundamental. Imprescindible para regenerar la vida social.
Las razones de Irene Montero.