¿Miriam Andrés alcaldesa?

Palencia

El mismo día que la socialista Miriam Andrés se postulaba como la primera alcaldesa de Palencia, yo compartía mesa y mantel con un amigo que suele ser un atinado analista político. Entre plato y plato le expresaba mis dudas sobre la consecución del objetivo de Andrés. Mi amigo me dijo entonces que tal posibilidad para nada es descabellada. De inmediato, entró en el análisis. Así que este editorial, más que obra mía, es de mi amigo. Pero me lo apodero porque tiene su fundamento. Este buen analista aventuraba algo que yo dije ya en un comentario anterior.

El PP en el Ayuntamiento, partiendo de la base de que Polanco repita como candidato, puede perder hasta dos concejales y quedar con ocho. Uno lo perdería por desgaste general del partido y otro por desgaste del Alcalde y su equipo. Han tenido algunos episodios desafortunados. El último, las descalificaciones de Alfonso Polanco al Jefe de la Policía Local. Exabruptos como ese, le costaron la alcaldía a Marcelo de Manuel. Mi amigo aventuraba que Ciudadanos aumentará en un concejal, o incluso puede que dos, pasando a cuatro o cinco. En el análisis se nos quedaba siempre algún edil bailando.

Es probable que Ganemos pierda uno y que el PSOE se beneficie de la pérdida de votos de los populares, por aquello de la ley electoral. Concluyendo, y por no marearles, llegaríamos a una posible mayoría con la suma entre PSOE y Ciudadanos que, de producirse un acuerdo de investidura, apearía al PP del Gobierno municipal. Y vista la situación, ese acuerdo no sería tan descabellado.

Me recordaba mi analista de cabecera, así le llamo yo aunque a él seguro que le parece excesivo, que ese posible entendimiento para una investidura con Andrés como alcaldesa, podría enmarcarse en una estrategia nacional de Ciudadanos que le lleve a desbancar al Partido Popular de sus feudos. Tras este análisis, ambos concluimos que las próximas elecciones municipales y autonómicas se presentan apasionantes. En territorios como Palencia, me refiero a la capital, el PP ha dilapidado una mayoría absoluta que hace ocho año parecía difícil de batir.

Cuando llegábamos al café, mi amigo y yo incidimos en que el análisis puede ser fallido, claro. Pero también coincidimos en que más se equivocan las encuestas y encima cobran por hacerlo. En definitiva nos fuimos de la comida con la sensación de que no es tan descartable que Andrés llegue a la Alcaldía. Y en parte lo haría por demérito de otros, sin desdeñar los méritos de la candidata.