Son Bordoy, los favores se pagan
Las conexiones penales difundidas por el Gob entre el PSOE, Sa Nostra y los promotores históricos de Son Bordoy encajan a la perfección con el repentino interés por acelerar la urbanización de lujo, camuflada de viviendas sociales para darle un barniz progresista
"La línea roja" de Matías Vallés (24/05/18)
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PALMA
El pelotazo de la macrourbanización de Son Bordoy, que aprovecha el tirón inmobiliario del Molinar para duplicar su tamaño, es el enésimo ejemplo de urbanismo a la carta.
A la carta más alta.
Las conexiones penales difundidas por el Gob entre el PSOE, Sa Nostra y los promotores históricos de Son Bordoy encajan a la perfección con el repentino interés por acelerar la urbanización de lujo, camuflada de viviendas sociales para darle un barniz progresista.
En urbanismo, los favores se pagan.
Y en urbanismo no hay un solo favor que no se mida en euros.
Tanto el PP, como el PSOE, como Més y como Podemos se preocupan por colocar al frente de los cargos urbanísticos a personas con compromisos en ese campo.
Tampoco es casualidad que el escándalo de Son Bordoy estalle en el último año de la legislatura.
Cuando el mandato se agota, a los depredadores les asalta el miedo a que los políticos no les devuelvan los favores prestados.
Cort se ha enfangado en son Bordoy, precisamente cuando el alcalde Antoni Noguera había limpiado su expediente al prohibir el alquiler turístico en pisos.
Todos sabemos que con el PP sería peor, aunque a menudo cuesta imaginar cómo.
