Grandezas del Reino
(...) De que el viejo reino vive en la cumbre de toda su buena fortuna caben ya pocas dudas. Y así se suceden los fastos y homenajes en una villa próspera y feliz donde las haya (...)

León
De que el viejo reino vive en la cumbre de toda su buena fortuna caben ya pocas dudas. Y así se suceden los fastos y homenajes en una villa próspera y feliz donde las haya.
Tómense como signo y muestra tres botones que iluminan más que un sol la verdad de esta compartida sentencia. La primera, el inaudito récord de corte cecinil que a la sombra de la Pulchra sucedió este domingo. 283 kilos de cecina pasados a cuchillo en apenas dos horas que nos ponen en el Olimpo de los Guinness y a las puertas del Silicon Valley de las chacinas. La felicidad de nuestro padre Silván en las portadas de los papeles no hacen sino certificar la llegada del maná que es y ha sido esa grandeza de ciudad gastronómica que disfrutamos día a día.
La segunda, referida a la polémica provincial sobre el uso del tangalón en los templos educativos de la provincia, constata la inexistencia de problemas mayores en nuestras aulas cuando nuestra preocupación , la de los profesores digo, repara en lo grosero de los recortes textiles. De los otros recortes, los que derivan del presupuesto, no parece preciso aportar queja en esta Arcadia gozosa en la que habitamos.
Y allá va la despedida, de la conversión en estanque navegable de la Plaza del Grano y alrededores en época de lluvias solo se pueden derivar benéficas consecuencias para la hostelería cercana, para los vecinos aficionados al buceo urbano y para los astilleros de la zona. La genialidad de esa reforma permitirá la creación de una Venecia legionaria entre el Torío y el Bernesga nunca imaginada por los cenizos de siempre, aquellos que tanto censuraron la llegada del progreso y la modernidad a la capital del reino.
El Señor les perdone sus faltas, que no son pocas. Y a nosotros nos deje el gozo de tantas bienaventuranzas. Amén.




