El Corpus viste de color Carrión de los Condes

Palencia

Carrión de los Condes celebra este domingo 3 de junio la festividad del Corpus Christi. Una tradición que se desarrolla gracias a la colaboración vecinal y que tras lograr el pasado 2008 el distintivo de Interés Turístico Regional, se encuentra ahora a la espera de conocer si se les concede la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) solicitada el pasado mes de febrero. Por su singularidad y la vistosidad de sus alfombras florales, conforma un gran atractivo para muchos turistas, quienes se acercan cada año a la localidad a disfrutar en directo este bello espectáculo.

La calidad de las alfombras florales carrionesas ha trascendido la provincia de Palencia. Se trata de un recurso turístico muy importante que también tiene presencia en el exterior. Prueba de ello es que la Asociación de Alfombristas de Carrión pertenece a la Federación Internacional de Alfombristas de Arte Efímero y ha participado en los congresos celebrados en Ponteareas (2010), Barcelona (2012), Roma (2014), Noto (2016) y en encuentros de alfombristas: México (2016) y Vaticano (2016).

Semanas antes de la celebración de la festividad, los vecinos se reúnen para decidir los diseños y elaborar las plantillas. Luego, se reparten las tareas para hacerse con el material necesario para la elaboración de las alfombras florales: flores, césped, restos de café, serrín de colores o harina.

Una vez finalizados los trabajos de elaboración, todo el mundo va a engalanarse para la celebración de la misa solemne que se celebra en la iglesia de San Andrés. El momento estelar es, sin duda, la procesión, en la que participan los niños que realizan su Primera Comunión, todas las cofradías, la banda de música, la Coral Carrionesa, los maceros, distintas autoridades de toda la provincia, las damas y mujeres de la villa tocadas con peineta y mantilla y el Carro Triunfante. Todo ello, ambientado con la música de las bandas y corales y con la canción «Cantemos al Amor de los Amores».

Ya en el siglo XVII, se establecieron unas ordenanzas en el Ayuntamiento en las que se solicitaba a los vecinos que acondicionaran las calles de barro con paja y flores, así como adornar los balcones para el paso de la procesión, cuyos orígenes datan del siglo XIV y a la que se incorporó en el siglo XVI una bella custodia, obra del platero Jerónimo San Miguel y que Antonio de Oro Campoo, un mercader enriquecido en América, regaló al pueblo de Carrión.