Vieiras para furanchos y compraventa de coches, pero nada de heroína

Pontevedra

Lo más destacado de la segunda jornada del juicio fue la declaración de uno de los acusados, ex guardia civil, que se defendió alegando que su relación con Castor Manuel G.G. fue la mala experiencia tras la compra de un coche. Además dijo que vendía vieiras en su furancho procedentes del furtivismo, de ahí que en conversaciones de whatsapp interceptadas por la Udyco apareciesen frases del estilo “ya le pagué a los turcos”, refiriéndose a los furtivos residentes en Noia.

José Rodríguez, el último de los 6 acusados en declarar, dijo que se llevó una sorpresa cuando en el momento del registro de su casa le incautaron una riñonera con 70.000 euros, pensó que serían de su pareja, a la que le había tocado la bonoloto, pero él no sabía nada. Tampoco sabía para qué era una báscula de precisión que hallaron en la cocina. Dijo textualmente “yo no soy capaz de freír un huevo”

Tras los acusados compareció en sala uno de los jefes de la Udyco de Pontevedra, que fue partícipe de gran parte de las diligencias realizadas en torno a esta trama. Este constató que la relación entre Castor y Nikolin J, el cabecilla de la banda albanesa actualmente en paradero desconocido, no tenía nada que ver con la compraventa de coches, sino con el tráfico de drogas.

Explicó que Castor se reunía en Barcelona con los albaneses, donde les pagaba la heroína, una heroína que llegaba a Pontevedra procedente de Holanda previo paso por Turquía. En el momento de la incautación de los 56 kg de heroína en Tui, los perros policía no fueron capaces de detectar la mercancía, debido a la gran cantidad de amoníaco con la que habían rociado en el Porsche Cayenne. La droga venia escondida en un falso fondo del vehículo. Cabe recordar que este alijo fue el más importante de Europa en lo que iba de año.