¡Que vienen los rojos!

Palencia

Hoy quiero hablarles del presidente de Nuevas Generaciones de Palencia; de Rodrigo Mediavilla. Y quiero detenerme en él, porque se presupone que es parte del futuro del Partido Popular de Esta provincia. Nada más conocerse que la moción de censura contra Rajoy tenía visos de prosperar, Mediavilla afirmó en las redes sociales lo siguiente: “El frente popular de socialistas, comunistas, secesionistas, supremacistas, batasunos y enemigos de España varios, está consumado. La Patria está sentenciada”. Y se quedó tan ancho, como decía mi madre.

El comentario, al que sólo le faltó proclamar aquello de “¡Que vienen los rojos!” al son de “Somos novios de la muerte”, desató un número importante de reacciones en las redes con mensajes que desprendían un sospechoso tufillo a alcanfor. Me repelen los radicalismos. También los de aquellos de la izquierda más extrema que en su hura, en su madriguera, ven al resto como un nuevo desarrollo del nacional catolicismo de la España franquista. Aunque no coincido con sus postulados extremos, tengo simpatía por Rodrigo Mediavilla.

Fue colaborador de Radio Palencia de la Cadena Ser en una tertulia en la que estaban representados jóvenes de distintas ideologías políticas. Me consta que es un joven entusiasta, trabajador e inteligente. Su expediente académico es brillante, se lo ha ganado a pulso y no ha necesitado de “regalos” como ha ocurrido con otros compañeros de su mismo partido. Por eso me sorprende que alguien que aspira a ser uno de los baluartes del PP en Palencia sea tan radical y tan rancio. Mediavilla ha sido crítico en ocasiones con su propio partido. Y ayer eché en falta eso, la crítica, con la que estaba cayendo.

No puede ser que una sentencia histórica como la que ha vapuleado al PP de forma justa, sea cuestionada por el Gobierno y que tengan que ser los políticos de la periferia los que pidan perdón por la corrupción innegable que se ha vivido en el partido de Mariano Rajoy que ayer se escondió en un restaurante durante horas. No, Rodrigo no. Lo que ha ocurrido en el parlamento no es una sentencia para España. Se llama democracia. Simple y llanamente. Un estado en el que, por fortuna, tú y yo hemos vivido de forma permanente y en el que se agradece que los análisis se hagan sin trazos gruesos. Esto ya no va de rojos o de fachas. Ni por asomo. Esto va de decencia, de ética, de ejercicio de la política. Y la sentencia de la Gurtel constata que eso ha faltado en tu partido. Y lo siento por ti porque eres honesto, trabajador y consecuente con tus ideas. Yo te aconsejaría, si me lo permites, una dosis de moderación.