Pepe Belmonte: “En esta ocasión, como en tantas otras, el PP ha demostrado su falta de clase”

Murcia

Las malas formas del Partido Popular

Durante estos días de tanta tensión y emoción política hemos sido testigos de algo que, en el fondo, no ha extrañado a nadie. Me refiero a esa explosión de rabia y de malas formas de muchos de los miembros del partido saliente. Tenían tan asumido que lo suyo iba a ser para toda la vida, estaban tan seguros de que ni siquiera esa corrupción que les llegaba hasta las cejas no era un argumento suficiente para marcharse a casa, que cuando se han visto de patitas en la calle han comenzado a gritar como posesos.

No eran conscientes, como en la conocida película de Amenábar, de que estaban muertos desde hace tiempo, y seguían haciendo vida cotidiana, sin darse cuenta de que ellos eran los otros.

Han sido apocalípticas e incendiarias las declaraciones de personas de tanta responsabilidad como Hernando, Maíllo o el propio Rajoy, quienes han vaticinado el fin del mundo para los próximos días con el nuevo gobierno de Sánchez.

Se ha desatado la cólera de Aquiles y la mala baba que algunos guardaban –latente, a la espera de su oportunidad- en el fondo de sus corazones, y ahora lanzan dardos envenenados contra todo lo que se menea.

Bernabé, nuestro Paco Bernabé, que siempre es el campeón en todo, que tiene los días contados al frente de la Delegación del Gobierno, donde no se le va a echar de menos, califica a Pedro Sánchez, es decir, al presidente del gobierno, a su presidente, lo quiera o no, de “vil traidor”, en la línea de sus siempre ponderadas y sabias palabras.

El PP, que regresa a la oposición en la que debería estar desde hace un lustro, demuestra así su rencor y su mal perder. Y lo que es mucho peor: parece desconocer los mecanismos por los que se rige la auténtica democracia. La moción de censura es uno de esos mecanismos, y el hecho de que haya salido adelante demuestra que nuestra Constitución, que el PP no votó en su día, funciona de verdad, por lo que todos deberíamos alegrarnos.

En esta ocasión, como en tantas otras, el PP ha demostrado su falta de clase. Y ha dejado patente que sus buenas formas existen únicamente cuando la vida les sonríe. Son, si se me permite la comparación, como esos falsos decorados de las películas del Oeste que antaño se rodaban en Almería, en donde todo era pura fachada, y detrás, el desierto, el páramo, la nada más absoluta. Una pena.

Pepe Belmonte