El GOB alerta del aumento de plazas turísticas
Santo Tomás, Santandria y Torre-Solí entre las urbanizaciones que incrementan el número de hoteles

En Torre Solí se espera un gran crecimiento urbanístico. / GOB Menorca

Mahón
El grupo eoclogista GOB advierte que, poco a poco, se van anunciando nuevos crecimientos urbanísticos en el litoral de Menorca. Se trata de más urbanismo en la costa, que funcionará en verano, incrementará la presión de la temporada alta y complicará aún más la saturación y el desbordamientos de servicios y suministros, según los conservacionistas. Para el GOB hay herramientas para afrontar esta dinámica, pero la sociedad las tendrá que pedir.
Al reciente hotel construido en Santo Tomás (165 habitaciones) se añade la licencia otorgada para dos hoteles nuevos en la acera sur de Santandria (que sumarán 150 habitaciones), la luz verde dada a Torre-Solí (un hotel y 397 chalets ) o el crecimiento aprobado en Son Saura (4 hoteles, 491 chalets, una residencia deportiva y un centro comercial).
Para los ecologistas, quizás todavía hay gente que ve en estos desarrollos una acción de progreso, pero apuntan que en las zonas mencionadas no es muy realista esperar que esta nueva oferta de alojamiento turístico pueda funcionar fuera de la temporada de verano. Y ya hace muchos años que está diagnosticado que en Menorca no interesa incrementar la oferta turística de verano, sino irla cambiando por otros que tengan más opciones de estar activas en otras estaciones.
El Plan Territorial de 2003 eliminó miles de plazas turísticas previstas, pero no las pudo eliminar todas. La Norma Territorial Transitoria de la pasada legislatura aún dio facilidades para añadir algunos crecimientos más (como el caso citado de Santandria). En la isla quedan cerca de 4 millones de m2 para urbanizar en la costa. Si no se hace nada, se convertirán en cemento, temen los ecologistas.
A medida que haya repuntes económicos, volveremos a ver cómo se transforman importantes zonas del litoral y cómo crecen los problemas de abastecimiento de agua (el acuífero continúa bajando aunque llueva, debido al incremento de demanda), de energía, de recogida de residuos, de depuradoras que no dan abasto, de aparcamientos saturados o de sensación de masificación creciente.
Menorca debería hacer una apuesta decidida para acordar un techo máximo de plazas turísticas, de forma que, cualquier nuevo crecimiento, vaya precedido de la eliminación de plazas antiguas. La Ley turística lo permite y Menorca es la única isla que no lo aplica, porque en su día se consideró que el turismo no estaba tan desarrollado como las otras.
Si esto se hiciera efectivo y las plazas turísticas, con el tiempo, se fueran reconvirtiendo, podría haber más posibilidades de desestacionalizar a partir de eliminar capacidad de alojamiento de la punta de verano.
Podría ser bueno a juicio del GOB, que los hoteles urbanos salieran a cambio de reducir plazas en la costa y frenar indirectamente el crecimiento urbanístico en el litoral. La revisión del Plan Territorial es el instrumento que puede hacer efectiva la definición de un techo de plazas turísticas.

Jordi Ribera
Nascut a Barcelona, criat a Tarragona i menorquí d'adopció des de 1997. Des de l'any 86 informant de...




