Arranca el juicio por el caso Eólico

Las Palmas de Gran Canaria

El caso eólico sentará el próximo miércoles en el banquillo de los acusados a los seis investigados por la trama de tráfico de influencias destapada en 2006 cuando la Consejería de Industria del Gobierno canario estaba en manos del PP.

Corría febrero de 2006 cuando saltaba a los medios una operación policial con siete detenidos en la capital grancanaria y en Madrid relacionados con una trama de tráfico de influencias.

El cabecilla de la trama era el entonces director general de Industria del Gobierno de Canarias, Celso Perdomo, que pasaba información privilegiada a empresarios para beneficiarse en el reparto de 344 megavatios de potencia eólica a través de un concurso público a cambio de comisiones ilegales.

Más de dos meses estuvo Perdomo en prisión preventiva en la que también estuvo su novia, Mónica Quintana, funcionaria del Cabildo de Gran Canaria.

Se trataba del segundo caso de corrupción que salpicaba a los populares en pocos meses y para Alberto Santana, autor de la denuncia que originó la investigación, era también "un hecho gravísimo para los votantes populares en Canarias".

Y es que la Consejería de Industria estaba en manos del PP, su ex líder regional, José Manuel Soria, tuvo que comparecer en la comisión de investigación parlamentaria.

Entonces, Soria afirmaba que "lo que que el PSOE pensó que era una trama del PP resulta que es una trama del PSOE".

También, Luis Soria, hermano del entonces exconsejero, tuvo que comparecer en el Parlamento regional como consejero entonces de Industria. Ahora, 12 años después, tendrá que comparecer en el juicio como testigo.

La Fiscalía pide para Celso Perdomo siete años de prisión por delitos de cohecho, violación de secretos y malversación para el resto de acusados las penas no superan los tres años de cárcel.