‘Un trabajo necesario’
Uno de los principales problemas con los que se encuentran los investigadores en cualquier ámbito de la Historia de las ciudades es, en la mayoría de los casos, la ausencia de fuentes fiables
Firma Mario Ocaña, "Un trabajo necesario"
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Algeciras
Uno de los principales problemas con los que se encuentran los investigadores en cualquier ámbito de la Historia de las ciudades es, en la mayoría de los casos, la ausencia de fuentes fiables que de manera ordenada, cronológica y con un buen criterio selectivo aporten información sobre los hechos acaecidos, aunque estos procedan de las opiniones críticas de los ciudadanos particulares. Fuente, esta última, de gran interés y, en cambio, de escasa presencia en la realidad cultural española actual.
El viernes pasado tuve el enorme placer de presentar un libro escrito por mi querido amigo Antonio Benitez Gallardo que, en mi opinión, es una obra necesaria - yo diría que imprescindible - para entender la historia urbana de Algeciras en el tránsito del siglo XX al XXI, periodo caracterizado por un desaforado afán destructivo del patrimonio arquitéctónico e histórico de nuestra ciudad gracias a la indecente gestión del patrimonio público por parte de las diferentes corporaciones municipales de diferentes colores políticos.
El trabajo, desde un punto de vista histórico, recoge una gran cantidad de artículos publicados en prensa, en los cuales se van desgranando los graves atentados que ha sufrido el patrimonio urbano algecireño desde 1992 hasta 2010.
En Crónicas del desgobierno, titulo de la obra editada por Imagenta, el lector podrá encontrar referencias históricas, muy bien documentadas, sobre el soterramiento del río de la Miel, la desaparición de la playa de los Ladrillos, el asunto que todavía colea de la destrucción de la Escalinata, el arrasamiento del Fuerte de Santiago, el Acceso Central que nunca se llevó a cabo y un larguísimo etcétera de nefastas gestiones municipales que contribuyeron durante sus respectivos mandatos a ir borrando la memoria urbana de la ciudad cuando, curiosamente, su obligación no era otra que respetarla, conservarla y transmitirla a las generaciones futuras.
Otro aspecto interesante de esta monografía es que el lector no tendrá grandes dificultades para establecer relaciones causa efecto entre la desaparición de los elementos urbanos arrasados durante el periodo con los responsables políticos de su desaparición ya que cada artículo se publica acompañado de la fecha de su aparición en prensa por lo que será fácil relacionarlo con aquello de “Siendo alcalde don Fulano...” se derribó la última casa que poseía una torre mirador del XVIII o se construyó un aparcamiento subterráneo con cuatro plantas con vistas al mar.
Recomiendo encarecidamente la lectura de Crónicas del desgobierno a todos los ciudadanos curiosos por conocer las razones por las que Algeciras ha visto desaparecer la mayor parte de su casco histórico en aras de la especulación urbanística y los intereses privados. Y muy especialmente a aquellos que ocupan cargos municipales en el área de urbanismo o esperan ocuparlos. Para que no sigamos tropezando con la misma piedra en el futuro que viene.
